Un grupo de animalistas ha participado este domingo en una representación en Barcelona para pedir al consistorio barcelonés que modifique la normativa para que los fuegos artificiales, especialmente los de la verbena de San Juan, no estallen con sonido. El objetivo de esta petición es preservar la vida de las aves. Convocados por la organización AnimaNaturalis, una docena de jóvenes se han concentrado ante el Ayuntamiento de Barcelona con el torso desnudo y unas grandes alas pintadas en la espalda. Cristina Ibáñez, portavoz del grupo, explicó que con su acción querían pedir al ayuntamiento que deje de usar en los fuegos artificiales que organiza el consistorio elementos con sonido. En concreto, reclama que se modifique la normativa municipal para prohibir el uso de artificios sonoros en la ciudad para fomentar el uso de los que sólo estallan con luz.
Ibáñez ha recordado, en este sentido, el suceso acaecido en Roma el pasado 1 de enero, cuando aparecieron en las calles cientos de aves muertas a consecuencia de los fuegos de fin de año lanzados en la capital italiana. La portavoz ha recordado, además, que AnimaNarturalis ha emprendido hace tres semanas una campaña de recogida de firmas para reclamar al consistorio dicho cambio normativo sobre los fuegos artificiales. La petición de la asociación animalista, dirigida a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, admite que San Juan "es una fiesta muy importante para la ciudad", pero asevera que tal como se celebra en la actualidad "supone un auténtico calvario para muchos animales ". "En los animales, el uso de pirotecnia puede generar taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo e incluso la muerte", se argumenta en la carta, donde también se menciona que no sólo los animales sufren el efecto de ruido de la pirotecnia, sino también colectivos especiales, como los menores con autismo, ancianos con Alzheimer y pacientes terminales. Por todo ello, la asociación pide que se siga el ejemplo de la ciudad italiana de Collecchio, que en 2018 aprobó una ley que establece que los fuegos artificiales deben ser silenciosos.
Si tenemos en cuenta que ya hay un Ford Mustang eléctrico, y la Harley Davidson también, quiere decir que el ruido ha pasado a mejor vida, y podríamos llegar a la conclusión de que ha sido una gran idea la de los animalistas, más preocupados por los animales que para las personas;¿ La siguiente proposición será poner pañales a las palomas?, esta si sería una buena idea, aunque sería mejor aún eliminarlos de la faz de la tierra junto con las cotorras. La decadencia real de una sociedad se manifiesta de diferentes maneras en un comportamiento absurdo de parte de la misma, los animalistas son un claro ejemplo de ello, pero hay más, veganistas, negacionistas, influencers, YouTubers tertulianos,... sólo salvaría a los pastafaristas, ellos son el futuro.
Cierto que hay gente muy exagerada o que pone el acento donde menos debe importar, preocupándose más de los animales que de las personas; pero también es cierto que esta cultura nuestra es la cultura del ruido y que no se respeta nada, tampoco a la gente. Véase la permisividad del gobierno autonómico de Ayuso hacia las terrazas durante la noche, molestando al vecindario hasta las tantas, porque lo importante es preservar "la libertad" en este país de camareros. Nos hace falta un poco más de cordura y de respeto al prójimo.
Un saludo.
De acuerdo, pero la noche de Sant Joan, es una vez al año, y como los toros es una tradición secular, y las tradiciones hay que conservarlas, son la memoria de nuestro pasado, de nuestros antepasados.
Saludos.
Totalmente de acuerdo. Una vez al año, incluso algunas más, es totalmente asumible. Aunque eso de los toros... nada de prohibiciones, pero al que le gusten que se pague la fiesta de su bolsillo.
Nuevos saludos.