El proyecto del alcantarillado de Sabadell se inició en 1852, se amplió en 1863 pero las obras no se empezaron hasta dos o tres décadas después. El sistema de alcantarillado acabó con las epidemias, mejoró los índices de salud de la población y tuvo una incidencia directa en la disminución de los casos de muerte infantil. El alcantarillado cerró los arroyos que contaminaban y los pozos muertos particulares, que no dejaban de ser un peligro. - Jaume Barbera - Diario de Sabadell.

Pero en Sabadell nadie se podía imaginar que aquel alcantarillado llegara a ser el hábitat de terribles monstruos desconocidos como el que apareció el 22 de septiembre de 1981 a la alcantarilla del Bar Sans de Sabadell, de la calle de Brutau, esquina Buxeda. Aquel martes el señor José Camargo, decidido a solucionar los graves problemas de atasco que afectaban a la cocina de su bar, desmontó las tuberías del desagüe de debajo del fregadero y con sus manos pudo palpar una sustancia gelatinosa.

Espacio done estaba el Bar Sans de Sabadell en 1981 / D.S.

Con un fuerte tirón en arrancó un trozo asqueroso. A continuación cavó un hoyo detrás de la barra hasta llegar a la alcantarilla. Por la tarde, con ayuda de miembros de la brigada municipal, extrajeron el resto de aquella "cosa". Con una mayúscula sorpresa y el susto correspondiente, pudo comprobar que había arrancado la cabeza a una especie de monstruo, de tres metros de largo, de piel resbaladiza, apariencia viscosa, de color negro y parecida a un calamar o una sepia.

Además, tenía pequeñas patas similares a las de un pop y tenía el cuerpo cubierto de ventosas. Sin cabeza, aquel "bicho" agonizante hizo las últimas bellugors. La cabeza, envuelto en papel de periódico, reposaba dentro de un cubo. Aquella cosa, aquel bicho, fue trasladado al Matadero Municipal donde, a primera vista, el veterinario municipal, expresó que "podría ser un híbrido adaptado al medio ambiente" y que "no podía ser uno solo, n ' tenía que haber, al menos, toda una familia ".

El jueves 24 de septiembre, las noticias eran otras. El señor Albert Vila, veterinario municipal, se había precipitado en su rápida apreciación. Él mismo anunció, tras un análisis completo, que aquella "cosa" era un intestino de equino, es decir, una tripa de caballo. Que la tinta que desprendía no era otra cosa que líquido fecal, que, además de adherencias y restos orgánicos, también había ampollas de aire, que al fundirse daba la sensación que se movía. Se reafirmó que seguro que era una tripa de caballo y que estaba dispuesto a llevarlo al Zoo de Barcelona.

El señor Camargo insistía que no era una tripa de caballo. Que él mismo había visto cómo se movía y, la pregunta del millón: si no se movía, como se había introducido en las tuberías de su cloaca? Realmente, esta era la principal cuestión. El Matadero estaba a más de dos kilómetros de distancia. En Sabadell la alarma se había extendido. El Diario de Sabadell se agotó, en una librería vendían por 10 pesetas, fotocopias del artículo.

Las noticias en la televisión y en la radio, hablaban del monstruo del alcantarillado de Sabadell. Una vecina explicaba que en 1973, ya apareció algo parecido dentro del pozo muerte de una casa cercana. Una señora, en una carta al diario, preguntaba si cerca de allí podría haber un matadero clandestino. Quieren confirmar la teoría de la tripa de caballo, también se valoraba que, antiguamente, los años treinta y cuarenta, en el solar donde estaba el Bar Sans, vivía Domingo Cassola, conocido como el Castellar y hermano del popular Vermell.

Domènec se dedicaba a la compra y venta de caballos y, es posible que en alguna ocasión hubieran matado alguno para vender la carne. Según el mismo señor Camargo, la clientela del Bar Sans ni aumentó ni disminuyó, ahora bien, las tertulias eran interminables. Las autoridades municipales no dieron ninguna importancia a todo el asunto y desmintieron que hubieran escondido la noticia para no preocupar a los sabadellenses.

Parece, sin embargo, que para evitar la imagen de frivolidad que se iba extendiendo, urgieron al veterinario municipal que diera una explicación rápida y convincente. Rápida lo fue, pero convincente, no tanto. Fue un vecino del barrio quien encontró el desatascador de todo. El señor Joaquín Vila, conocido primero como el señor X, hizo investigaciones por su cuenta e hizo analizar esa "cosa" en unos laboratorios de Barcelona. En dos entrevistas en el Cara a Cara de Víctor Colomer explicó el resultado. El supuesto bicho no era más que una mezcla de posos de café, otros residuos, espuma de cerveza y detergentes. Conclusión que coincidía con la de un laboratorio de Madrid. Por efecto de la espuma de cerveza y la cohesión de los componentes plásticos de los detergentes, aquella acumulación de porquería tomaba aquel aspecto. La forma y el poco pendiente de la tubería del desagüe había permitido, al cabo de los años, aquella acumulación. En el alcantarillado de Sabadell no hay monstruos desconocidos.

El eco se apagaba, pero en el año 2012, en nun programa de televisión de difusión de enigmas y misterios, Cuarto Milenio, dirigido y presentado por el periodista Iker Jiménez, hicieron una recreación con el nombre de El monstruo de las cloacas de Sabadell, de ocho minutos y medio de duración. Aquel programa, con marcado tono alarmista, daba más eco en la cuestión del misterio del monstruo que la resolución final.