CRECED Y MULTIPLICAOS

Una valla electrificada rodea la rotonda de la cruz de Pedralbes. Se trata de la última idea del Ayuntamiento de Barcelona para impedir que los jabalíes ronden por las calles de este lado la ciudad. Los vecinos de barrio cuentan que las incursiones de estos animales se dispararon en sus calles los últimos meses, que los jabalíes destrozan los jardines de las comunidades de propietarios, se enfrentan a los perros que se cruzan en su camino, asustan a los que los pasean, tienen los conserjes y porteros del todo estresados​​.. Creced y multiplicaos decia el hijo del amo, pero quizás no tanto, añadiría a dia de hoy.

Todo comenzó en 1983, cuando el Gobierno francés decidió repoblar el sistema montañoso central de Francia con jabalíes del Atlas africano, se temían que se extinguieran, ya que la población disminuía año tras año. Estos jabalíes comenzaron la emigración hacia el sur, ya que son oriundos de un clima más cálido, y así cada año ha repoblado las zonas más calientes, mezclándose con cerdas autóctonas y multiplicando su población exponencialmente. La falta de comida es la que los acerca a las ciudades.

Unos años más tarde que los franceses, teníamos a los sesudos de la Generalitat de Cataluña muy preocupados por el mismo asunto, el jabalí. El jabalí se estaba extinguiendo y debía repoblar para evitarlo. Pusieron en marcha un plan similar al de los franceses, un plan que o no lo debían calcular muy bien, o quizás el Consejero de turno no debía haber visto un jabalí en su vida y desconocía con a facilidad que se reproducen. La cuestión es que se pasaron de repoblación, y además no previeron que los jabalíes que bajarían de Francia. Primero los querían cazar con flechas y ahora los dejan cazar a tiros pero los cazadores no dan abasto. Si España era antes o antes, tierra de conejos, Cataluña es ahora, Tierra de jabalíes. El resultado es que veintiocho más tarde les salen los jabalíes para las orejas, y ahora como en el entorno de Collserola e incluso en zonas habitadas hay muchos, han decidido poner vallas eléctricas para que no entren en la zona urbana, como si los jabalíes no encontrarán la manera de pasar por otro lugar. Líbrenos el señor de los ecologistas de fin de semana, que éstos no verán el cielo. Y no hablemos ya del mal que están causando los lobos, que se lo pregunten a los pastores que se les están zampando las ovejas. O los osos en el Pirineo que hacen de la suyas a raudales, y es que si una especie se ha extinguido, por algún motivo será, no entiendo porque hay que repoblarla, mirad que nos ha pasado con los franquistas que se han multiplicado como los jabalíes en pocos años.