LAS LECCIONES DE CIPO


Cipo
es una cooperativa de integración sociolaboral de personas con discapacidad intelectual de la ciudad de Sabadell. La empresa de economía social fue fundada en 1968 por un grupo de madres y padres de jóvenes con discapacidad intelectual, preocupados por el futuro de sus hijos una vez terminado el ciclo escolar. De esta forma nació el taller de textil, y más tarde se puso en marcha la actividad de lavandería industrial. Posteriormente, junto con la Fundación ONCE, creó una nueva empresa, Cipo-Flisa, donde trasladó la actividad de lavandería.

Desde 2010 la entidad debe responder a los efectos de la crisis económica que son dobles: por un lado las subvenciones de la Generalitat son congeladas y las bonificaciones de la Seguridad Social suprimidas, y por otro, los clientes habituales reducen por medida de ahorro el consumo de servicios de jardinería o de lavandería. Se buscan nuevas líneas de producción. En mayo de 2012 Cipo contaba con 180 usuarios, 80 de los cuales estaban contratados por el Centro Especial de Trabajo, y a fecha de octubre de 2013 daba trabajo a más de medio millar de personas. A pesar de que las subvenciones de las administraciones habían menguado y que había tenido que recortar sueldos, la cooperativa había encontrado otras fórmulas de supervivencia y se ha convertido en una de las mayores empresas de Sabadell.

CIPO ha inaugurado esta semana un nuevo servicio de restauración, L'Amanidor, que servirá para impulsar la inserción sociolaboral de personas con discapacidad intelectual. El proyecto viene de la mano de la escuela de educación especial Xaloc y de la propia entidad. La cafetería se ha instalado en el Casal de Gent Grian de la Creu de Barberà y ya está abierta al público.

Según una reciente encuesta de la Fundación Adecco y JYSK, aproximadamente un 70% de los jóvenes con algún tipo de discapacidad se encuentran en paro y creemos que hay que hacer todo lo posible, desde el sector privado y el público, para sacarlos de la situación de exclusión ocupacional en la que se encuentran. Celebramos la nueva iniciativa de CIPO para dar una salida formativa y profesional a las personas con discapacidad intelectual.

Una sociedad inclusiva lo es cuando da oportunidades a todo el mundo. Creemos que la vía a seguir es promocionar y alentar a todas las personas a construir su futuro. Es necesario poner todas las facilidades para que así sea. CIPO, entre otras entidades sociales de la ciudad, contribuye con su iniciativa y acción determinada a hacer de Sabadell una ciudad más justa y equilibrada.

Cuando nos quejamos de que hay cosas que deberían hacerse pero no es posible hacerlas y nos limitamos a culpar a la administración, deberíamos fijarnos en los fundadores de CIPO, en 1968, hacia el final de la dictadura. Y es que posiblemente la propia administración local tenía más sensibilidad hacia estos asuntos que en la actualidad. Como no es noticia, creo interesante y de justicia reivindicar esta modélica compañía surgida de la voluntad de unos padres y madres concienciados.

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