Un amigo me comenta que su hija adolescente le ha dicho que quiere ser youtuber y el hombre me ha preguntado si debería preocuparse. He bromeado respondiéndole que, con un poco de suerte, le hará millonario, aunque tendrá que acostumbrarse a que la intimidad de la familia pueda ser compartida por millones de desconocidos. Lo de mi amigo no es nada nuevo: en las encuestas de los institutos sobre los planes de futuro de los alumnos, es habitual la respuesta de que aspiran a ser youtuber, streamer o instagramer. En la serie televisiva Emily in Paris (Netflix), una joven ejecutiva de marketing de Chicago se traslada a la capital francesa y abre una cuenta en Instagram para explicar todo lo que le pasa, lo que la convierte en una estrella de esta red social, gracias a lo cual consigue solucionar problemas de su oficina.
La revista Forbes ha empezado a dedicar a los youtubers una de sus listas de los mejor pagados. En el 2020 la encabezaba Ryan Kaji, un niño de nueve años, que gracias a su canal Ryan’s World, que cuenta con 30 millones de seguidores, había ganado 29,5 millones de dólares anuales. En España, la publicación Mercados e Investigación situó a Mikecrack en primer lugar, con beneficios de 7,3 millones de euros, seguido de dos hermanas menores, Las Ratitas, que ingresaron 3,8 millones y que han publicado su primer libro. Entre los diez primeros están El Rubius, TheGrefg y Willyrex.
Los youtubers actúan como referentes de una cultura digital preadolescente. Según un estudio realizado por profesores de las universidades Ramon Llull y Pompeu Fabra, los preadolescentes conocen e imitan el lenguaje y expresiones de los youtubers , incluso disfrutan con algunos “malotes”. Se fascinan escuchándoles explicar su estilo de vida ostentoso, independiente, extrovertido y disruptivo, con frecuentes viajes y altos ingresos. Estos creadores online son vistos como referentes por la población más joven, cuando evaden responsabilidades fiscales, componen canciones que incitan al odio y ridiculizan el fundamento cívico e institucional que les ha visto crecer.
Voy a llamar a mi amigo para decirle que no debí hacer broma y que debe hablar seriamente con su hija. - Marius Carol - lavanguardia.
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Este es uno de los referentes de los jóvenes, el espejo donde se miran, el modelo a imitar: vivir bien haciendo el friqui frente al ordenador y sin salir de casa. ¿Cómo les vas a decir que tienen que leer y que la cultura es lo más importante?
ResponderEliminarSaludos.
Se tiran a lo fácil, aunque todo este mundo tiene sus desventajas., triunfar, triunfan unos pocos, y también tiene un precio a pagar en forma de estrés, y soportar el acoso de los haters.
EliminarSaludos.