ALGUIEN NOS QUIERE ENGAÑAR

Alguien nos quiere engañar, esto es la mentira - Joan Fuster.

El 91% de los españoles tiene WhatsApp, según el informe Digital 2022. No hay ningún medio de información o desinformación más potente, puesto que llega a segmentos de la población que no están en twitter o facebook. La semana pasada hemos tenido una buena prueba de ello. Un par de audios reenviados masivamente, han hecho creer a medio país que empezarían a faltar la comida o la gasolina. Los principales medios de comunicación tuvieron que desmentirlo, ante la alarma social que habían generado.

La pandemia ha sido una gran fábrica de noticias falsas, y la invasión de Ucrania no ha hecho más que multiplicarlas. Antes de Putin, RT o Sputnik, habría que recordar a la madre de todas las mentiras: Las armas de destrucción masiva que se suponía había en Irak, que no casaron tanto revuelo ni fueron sancionadas, pero que causaron miles de muertes. En este sentido, es de agradecer la labor titánica de los de Maldito bulo, que se pasan el día desmintiendo estas mentiras.

Las noticias falsas no triunfan por que sí. En una sociedad 'acomodada' ya la vez precaría y desigual, la escasez le crea una sensación de pánico que la remite a lo que le han contado sus ancestros de la guerra y la posguerra. Estas noticias son esto, falsas, como se vio a finales de año con el supuesto apagón tecnológico, donde las ferreterías agotaron los camping gas y las linternas, lo que significa que la gente de entrada se las cree. Contaba ayer Antón Losada ante la grabación vía Whatsapp de un supuesto camionero, que su madre le había llamado tres veces para asegurarse de que había ido al supermercado a proveerse de comestibles, y como la madre de Losada, muchas madres hicieron el mismo.

Aunque se apruebe la futura ley Europea de servicios digitales, no se resolverá el problema de las noticias falsas, los desmentidos siempre llegan más tarde, cuando la noticia falsa ya ha surtido efecto. En este sentido, es de agradecer la labor diaria de los de Maldito Bulo que se pasan el santo día desmintiendo noticias falsas, y todo, gracias a algo tan sencillo como contrastar las noticias con fuentes solventes.