ZUMOSOL, LA HUELGA IGNORADA

 

Tan menospreciado como a menudo es twitter y ha sido a través de él que he sabido esta mañana de la huelga de trabajadores de Zumosol de Palma del Río; una huelga que a penas sale en los medios, sólo en los locales como  Cordòpolis. Que mejor dia que el 1º de mayo para dar a conocer esta huelga que dura ya demasiado tiempo.

Los trabajadores de Zumosol cumplen 132 días de encierro en la fábrica, 132 días y 131 noches. Ese es el tiempo que llevan encerrados los casi 40 trabajadores de la fábrica de Zumosol en Palma del Río. La plantilla inició un encierro reivindicativo el 20 de noviembre. Los trabajadores mantienen una acampada en la fábrica en la que han pasado las fiestas de Navidad y los meses más fríos del año, sin que de momento hayan encontrado una solución.

El pasado 10 de noviembre, Cegeplas se hizo cargo de la planta de exprimido de Zumos Palma, comercializadora de la marca Zumosol, pero solo unos días más tarde anunciaba que renunciaba al contrato por incumplimiento del mismo por parte del fondo de inversión turco y que procedía a dar de baja a los 37 trabajadores y trabajadoras de la Seguridad Social.

El encierro pretende exigir una solución a la situación laboral en la que se encuentran tras la renuncia de Central Andaluza de Gestión y Suministros Plásticos, S.L. (Cegeplas) al contrato con la propietaria de la planta, el fondo de inversión turco Toksöz.

En todo este tiempo, los trabajadores no han recibido respuestas concretas a sus demandas, ni por parte de las autoridades públicas ni tampoco de las empresas. “Los 38 trabajadores están viviendo una situación muy difícil y no solo porque lleven ocho meses sin cobrar, sino porque el fondo de inversión turco Toksöz, propietario de Zumosol, ha actuado de mala fe con la colaboración de Cegeplas y los ha dejado en una situación de total vulnerabilidad”, explicaba el secretario general del Sindicato de Industria de CCOO de Córdoba, Agustín Jiménez.

El responsable sindical ha reclamado a Toksöz que “reconduzca la situación, se haga cargo de su plantilla y, si no quiere continuar con la actividad de la fábrica, solicite un concurso de acreedores y dé a los trabajadores la salida a la que tienen derecho, con las indemnizaciones que se negocien y con la actualización de salarios que se les adeudan.