SATURADAMENTE DESINFORMADOS

Los bomberos y las otras personas que estaban en la planta baja de la segunda Torre gemela antes de caer, a pesar de estar en el centro mismo de la noticia, no eran conocedores de lo que les esperaba, ni tan siquiera unos instantes antes que la torre se derrumbará y les cayera encima. En cambio cualquier persona en todo el mundo que lo estuviera viendo en directo por la televisión si que era consciente de la magnitud de la tragedia que les sobrevenía. Esta reflexión tiene que ver con la gente que a diario, a radios, televisiones o prensa, opina en general, no sólo de política, sino de todo en general y con total impunidad, como los bomberos de las Torres Gemelas da la sensación de que a pesar de estar en la yema del huevo, de tener a su alcance toda la información, están invadidos por un cierto desconocimiento de la realidad, como si la excesiva dedicación a opinar verbal o gráficamente, o la propia saturación de información que reciben constantemente, les impidiera digerir y racionalizar ésta, y se encuentran en la tesitura que a menudo, sobre todo si hablan de un tema que uno más o menos conoce o sabe un poco den una sensación de desconocimiento o incluso de frivolidad. Podría poner muchos ejemplos en el día a día, pero a modo de inventario, cada vez que se ha hablado del pan o de los cereales, me he encaramado por las paredes al oír qué tonterías se decían a raudales.

Nunca sabes a quién debes cree, ni qué noticia está redactada correctamente y de forma objetiva. No hablemos ya del tratamiento que se dio en su momento a la Covid19, y cómo pueden permitirse informativos tarde como el de Tele 5, ka Sexta o Antena 3. Y así podría seguir mucho rato. Y si hablamos de quienes dan información política, aquí la profesionalidad es cero, se limitan a poner la alcachofa y entrar en la gran información de: fulano ha dicho y zutano ha contestado, etc. y de ahí ya no salen, y encima aceptan los vídeos que confeccionan los mismos partidos para ser emitidos por la Tele y no sólo en campaña electoral.

A la mayoría de los opinadores profesionales, los que medran en la radio o en las telas, escriben artículos de opinión en uno o más periódicos y después critican a quienes tienen más de un cargo, a menudo les pasa como a los Bomberos de la torre gemela de Nueva York, a menudo no se enteran de los hechos, o quizás es que opinan en función de la ideología política del medio que les paga. Consiguen así que de tanta información que nos dan no saquemos el agua clara y estemos saturadamente desinformados,

Tenía razón Orwell cuando decía que la verdad nos sería escondida como el trabajo que su protagonista desarrollaba en la novela (el Ministerio de la verdad), pero Huxley que ya daba por hecho esto, entendía que la verdad realmente se ahogaría en un alud de información imposible de digerir para los ciudadanos, que es lo que ya nos está pasando. La sobresaturación de información ahoga y diluye acceder a saber la posible verdad de cualquier hecho. Además, esta saturación de información hace que una noticia sea sobrepasada enseguida por la siguiente y ésta por otra más reciente hasta el punto de que rozando el caos de saturación nos perdemos por mil senderos donde, teniendo toda la información la desconocemos prácticamente toda también, o dicho de otra forma. somos incapaces de analizarla y digerirla.