Un informe aprobado por el Consejo Científico del parque natural del Montgrí, las Islas Medas y el Baix Ter asegura que los proyectos de parques eólicos marinos previstos en el golfo de Roses no tienen suficientes garantías medioambientales. En este documento, el Consell denuncia el fuerte impacto ambiental y paisajístico que tendría la construcción de un parque eólico en la zona del Cabo de Creus, y pide a los gestores y políticos que no autoricen ninguna de las infraestructuras que hay proyectadas. En segundo lugar, también les preocupa la llegada al suelo de las conducciones eléctricas que transportarán la energía, que pasarían muy cerca de la zona protegida de las islas Medes y que tendrían afectaciones "incompatibles con los objetivos del Parque Natural".

Por último, el tercer punto que les preocupa es el impacto paisajístico desde el Parque Natural, que según indican prácticamente no se ha tenido en cuenta. Según alertan, los aerogeneradores «modificarán gravemente la percepción visual que los visitantes tienen del Parque», ya que serán visibles desde prácticamente cualquier punto y artificializarán el paisaje, que tal y como indican «es un elemento clave en los objetivos de conservación del Parque» Natural». Dicho así de pasada con el mal que se ha hecho en el paisaje de la costa Brava, hablar ahora de artificialización del paisaje, parece un chiste, aparte de que si mira la foto, yo encuentro mucha belleza estética.

Qué sorpresa, que extraño, nunca había pasado. Y es que en este país nuestro tan pequeño y mísero, tiene en la mayoría de sus ciudadanos o entidades una justa correspondencia en el comportamiento de lo cotidiano. Una de las actividades preferidas de estos ciudadanos o entidades es vivir instalados en la cultura del NO!. Que hay que hacer un vertedero, o una cárcel, o debe pasar el AVE, que además este mismo ciudadano exige se hagan ya, ¡Ah! sí que debe hacerse, pero no a mi pueblo que me molesta, que lo hagan em el pueblo vecino, y así se lo van pasando de pueblo a pueblo como en una especie de juego de la oca, y cualquier obra pública por esta intransigencia  a menudo desinformada de estos expertos en la cultura del NO!, nos cuesta a todos mucho más tiempo y dinero, porque finalmente se acaba haciendo. ¡Esta cultura del NO! tiene algunas veces razones de peso, pero a menudo no es así o son muy peregrinas. Recuerdo hace años en Alicante un barrio muy degradado que había entrando a mano derecha. Llevaban más de tres o cuatro años montando caceroladas para que les pusieran un centro de rehabilitación para drogodependientes. Finalmente el ayuntamiento les hizo caso y los puso, ¡ay! después montaban las caceroladas otra vez porque no lo querían en su barrio, exigían (¡exigir es básico y fundamental en la cultura del NO!) que lo pusieran en el barrio de San Juan que estaba al otro lado de la carretera. En la Roca del Vallès se pusieron como una moto cuando les hicieron la cárcel (aquí volvemos a la ignorancia y desconocimiento) dado que esta prisión no está en la Roca, sino en el término Municipal de la Roca, y por cierto, es más cerca casi de Granollers que de la Roca.

Hace cuatro años, El principal grupo funerario de España, Mémora, pidió una licencia de obras en la Rambla de Iberia de Sabadell para construir un nuevo tanatorio en la ciudad. El tanatorio de la Rambla de Iberia se ubicaría en una nave industrial, situada en el número 139-141, que debería ser adaptada a los nuevos usos después de unas obras.

Obviamente, off course, por suposaiting y como debía ser, los vecinos de la Rambla Iberia se opusieron al Tanatorio y la Rambla se llenó de pancartas como la de la foto que tomé ayer. La oposición vecinal casi siempre mea fuera de tiesto y es sistemática, sea lo que sea que se quiera hacer en el barrio, siempre hay oposición. Los opositores son seguramente los mismos que piden solidaridad con las mujeres, que quieren acoger, que dicen no en la guerra, o ue son #C]+harlie Hebdo, pero el Tanatorio, en otro barrio.

Si se quejaran de la obscenidad de empresas como el grupo Mémora, que juegan con la muerte cobrando precios astronómicos por un entierro que debería ser a coste cero o casi, lo entendería. En Barcelona el ayuntamiento intenta crear una Funeraria Municipal que saldría un 40% más económica que estos depredadores de la muerte. Pero no, simplemente se quejan de vicio, son la Catalunya y la vecindad del nte nye, aquellos que no les gusta nada y que están en contra de todo, que reclaman por todo, pero que no quieren nada en su casa. Por cierto, finalmente el Tanatorio de Mémora no se instaló en la Rambla Iberia.