EL ESTOICISMO COMO SOLUCIÓN

 

Se suele recurrir con injustificada frecuencia a expresiones como revolución , salto histórico o cambio disruptivo para calificar fenómenos sociales que no merecen tales apelativos. Pero quizá no sea exagerado afirmar que estamos en puertas de una verdadera revolución. El desarrollo de la inteligencia artificial, que asoma con timidez en el debate público, nos va a cambiar la vida. Se atisba una transformación social de un calibre mayor que la experimentada con la irrupción de internet. La nueva tecnología mejorará nuestra existencia en muchos aspectos. La medicina es uno de los más evidentes. Pero también propiciará el surgimiento de más riesgos para la convivencia y la democracia. La difusión de información manipulada resultará más fácil que nunca. Algunas voces ya han empezado a reclamar una mayor atención a la formación en humanidades para que los jóvenes cuenten con un mejor bagaje que les ayude a afrontar el futuro con las herramientas de la ética o de la filosofía. En Silicon Valley llevan ya tiempo buscando filósofos: Resuelve un problema y serás feliz. Ese sería probablemente el mantra general en Silicon Valley, donde emprendedores y desarrolladores deberían quizás escuchar a quien defiende otra teoría. El filósofo Andrew Taggart de hecho afirma que entrar en ese círculo lleva a la miseria.

Precisamente eso es lo que quiere tratar de ayudar a solucionar, y parece que en Silicon Valley ese formato de "filosofía práctica" está comenzando a popularizarse. EL objetivo es salir de esa dinámica de encontrar problemas para resolverlos, y hacerlo con algo importante:: preguntas adecuadas. Ellas son la clave de la felicidad, pero también de eso que estás desarrollando con tu startup o empresa, asegura este experto.

El estoicismo como potencial corriente filosófica renovada. Ese avance de la filosofía tiene un reto importante que superar en Silicon Valley, donde algunos autores han querido aprovechar el concepto para escribir libros que otros han calificado como "mala psicología pop para triunfadores arrogantes". Corrientes como el estoicismo —que trata de definir qué es lo que cuenta para llevar una buena vida— son especialmente populares entre quienes buscan esa utilidad práctica de la filosofía.

Para Taggart y otros filósofos que tratan de demostrar que este tipo de proceso puede ser muy útil en Silicon Valley, esos emprendedores, ingenieros o desarrolladores deberían repensar su definición de éxito. Bill Irvine, profesor de filosofía en la Wright State University y autor de dos libros con el estoicismo como fondo, explicaba que los estoicos fueron los primeros psicólogos, y se centraban en aquello que realmente importaba.

Puede que eso sea lo que necesiten los emprendedores y directivos de Silicon Valley. Resolver problemas que realmente importan. Incluidos los suyos, claro. - con información de la vanguardia i xataka.

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