UN ANUNCIO EN LAS AFUERAS

El Ministerio de Igualdad del Gobierno de España ha insertado un anuncio en la prensa que no acaba de entenderse. Un par de jóvenes en una cama medio nudo nos dicen: “Ahora que ya nos ven, hablamos del feminismo”. Por la composición es posible que hayan mantenido una relación sexual (o quizás es que simplemente prefieran hablar del feminismo en bragas y calzoncillos). Él es un joven delgado, ella resulta más robusta. No existe una sola concesión al glamour en el anuncio. 

El mensaje en papel queda más claro si vemos el vídeo a Youtube, encargado por el departamento de Irene Montero. En las imágenes en movimiento, se aprecia cómo la protagonista del anuncio se besa con su pareja en la escalera, abre la puerta del piso y le conduce a su habitación. 

Ella se dirige a la cámara y explica: “De esto en España no se habla, ni que apagamos la luz para hacerlo, ni se habla de Ana, ni de la diversidad (aparecen en imagen otros tipos de parejas ). Pero ahora ya nos ven, hablemos”.

Pues vale, pero esto es sólo un aspecto del feminismo. Podrían ir vestidos (o no) y hablar de las diferencias salariales entre hombres y mujeres, que es un asunto tanto o más sustantivo en estos momentos.

De todas formas, desconciertan más que el anuncio las declaraciones de la secretaria de Estado de la ministra Montero, Ángela Rodríguez Pam, quien ha mostrado su preocupación por una encuesta sobre preferencias sexuales, donde las chicas priorizan la penetración (70%) a la estimulación. ¿Por qué debe estar preocupada?

Como ha escrito Najat el Hachmi, tampoco debería ser tan raro que "las mujeres preferimos follar con otro ser humano a masturbarnos con un objeto de batería". En el vídeo no se dan pistas que es lo que prefiere Ana, aunque, de acuerdo con el spot, se puede hablar de ello.

Simone de Beauvoir decía que no se nace mujer, se llega a serlo. Y hoy las mujeres han convertido su condición en un arma de transformación radical de la sociedad. La igualdad está cada vez más cerca, la prueba es que ya existen casi tantas mujeres incompetentes como hombres. Podríamos decir que es un anuncio en las afueras de la inteligencia y del buen gusto.

El cartel de la discordia, alejado de la concordia.