Madrid DF estaba ayer por la mañana irritado y desorientado, como si le hubiesen quitado algo que ya era suyo.(Vamos a emplear la expresión Madrid DF para nombrar el sistema de poder, económico, financiero, mediático y demoscópico que se articula en la capital de España bajo la atenta mirada de la Comunidad de Madrid. No hay que confundir Madrid DF con los ciudadanos de Madrid, un cuerpo social muy diverso, en el que las opciones de derecha son hoy predominantes, aunque no de manera absoluta. Esta vez, la distancia entre Partido Popular y PSOE ha sido de 450.000 votos a favor de los populares, gracias a la desaparición de Ciudadanos En las anteriores generales, noviembre del 2019, ganó el PSOE por 70.000. Sumar ha adelantado a Vox por unos 50.000 votos).
La primera evaluación de unas elecciones se efectúa en función de las expectativas creadas. Y en esta ocasión las expectativas eran extraordinariamente favorables al Partido Popular.
El bloque PP-Vox ha crecido, lo que ha fracasado han sido sus infladas expectativas. Si existiesen instrumentos para poder cuantificar una relación de fuerzas política, no sería exagerado afirmar que en Madrid esa relación es hoy favorable a la derecha en términos de 7 a 3. Quizás 7 a 2. No era así en los tiempos iniciales de Felipe González en la presidencia del gobierno. Vamos a explicarlo de otra manera: la consolidación de la democracia se llevó a cabo en este país con una correlación de fuerzas más equilibrada que la actual. Gracias a ello existe la actual Constitución, que no gusta a muchos de los autodenominados constitucionalistas.
Muy numerosos han sido los recursos movilizados para lograr una mayoría electoral del Partido Popular y Vox, mayoría que habría servido para capturar al PSOE y convertirlo en fuerza meramente auxiliar, liberando algo más de espacio para una izquierda testimonial, crónicamente fragmentada por sus irremediables discusiones sobre el signo de la época y la jerarquía entre iguales. Al PSOE ya le estaban cantando el responso el pasado sábado.
Esa nueva mayoría también estaba pensada como palanca internacional para una amplia aproximación de la extrema derecha de fidelidad atlantista al Partido Popular Europeo con vistas a las elecciones europeas de junio del 2024 y a la posterior configuración de la nueva Comisión Europea. Estamos hablando de la modificación de ejes muy importantes.
La primera ministra italiana Giorgia Meloni volcó su atención en la campaña española, muy interesada en la aproximación al PPE. Alberto Núñez Feijóo tuvo el galante gesto de apoyar las aspiraciones de Meloni en una entrevista publicada el pasado viernes por el Corriere della Sera, principal diario de Italia. El partido gobernante en Polonia, Ley y Justicia, también estaba siguiendo con mucha atención la campaña, manifestando su apoyo a Vox. Podemos afirmar que una vez conocidos los resultados, ayer hubo ligeras sonrisas de satisfacción en París y Berlín.
Las grandes expectativas fueron alimentadas por una desaforada publicación de encuestas extremadamente favorables al PP, que saturaron el relato electoral. Seis encuestas diarias se publicaron a diario en España entre el 1 y el 17 de julio. Récord absoluto. El batacazo se ha oído hasta en el otro lado del Atlántico. En América Latina también se está siguiendo con mucho interés el desenlace de la batalla española.
El derrumbe de las expectativas generadas por Madrid DF resalta la capacidad de resistencia de Pedro Sánchez y va a complicar la continuidad de Núñez Feijóo, una vez compruebe que no tiene números para la investidura, puesto que Vox y el Partido Nacionalista Vasco –que acaba de ser superado por Bildu– es muy difícil que puedan converger. Ayer, Feijóo ya era despellejado en algunas tertulias radiofónicas del Madrid DF.
Los números dicen que el bloque PP-Vox ha crecido: 11,2 millones de votos frente a los 10,3 millones del 2019. El bloque ha sido frenado en Catalunya, País Vasco, Navarra, la costa gallega, parte de la provincia de Valencia, la Extremadura irritada por el número de María Guardiola, la Andalucía interior, la cuenca minera asturiana y por el voto de miles de familias trabajadoras de todo el país. Gente de a pie.
La desorientación del Madrid DF durará poco.
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