El 95% de los puestos de trabajo creados en España en el último año fue ocupado por personas no nacidas en el país. No significa que sean inmigrantes recién llegados sino empleados no nacidos en España, según datos recopilados por el Observatorio Demográfico de la Universidad CEU-San Pablo “La inmigración en el mercado laboral en España” con microdatos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
El economista Miquel Puig asegura que desde hace años los españoles sólo pueden aspirar a los puestos de trabajo que liberan otros empleados que se jubilan, no a ocupar los puestos nuevos que se crean. “El boom del turismo no ha creado ningún puesto de trabajo para los españoles”, añade, porque, en su opinión, suelen ser empleos vinculados al sector servicios con salarios bajos.
El proceso por el que el nuevo empleo sea ocupado casi en exclusiva por los inmigrantes hace años que lo estudia el catedrático de la UAB, Josep Oliver. ¿A qué se debe? “La primera razón es que hay poca gente nativa y con una formación inadecuada para los puestos que se ofertan”, responde. “La segunda es que la economía española se ha especializado en empleos de bajo valor añadido como los servicios”, añade Oliver.
El catedrático analiza los datos anuales medios desde el 2008 donde las cifras son algo distintas a las de los últimos 12 meses. Según esas estadísticas, en el 2022 el 55% del nuevo empleo creado fue para los extranjeros y en el 2019 antes de la pandemia fueron dos de cada tres. En Catalunya, matiza, hay varios años en los que todo el nuevo empleo fue para los nacidos en el extranjero.
El catedrático de la UPF, Guillem López Casasnovas, precisa que todo el proceso se debe “al sistema económico que tenemos, donde se crea empleo de poco valor añadido”. En el informe del Observatorio Demográfico del CEU, que coordina Alejandro Macarrón, se destaca que la inmigración se concentra en “sectores de actividad como la agricultura o la construcción”. Macarrón insiste en que -en su opinión- los puestos se ocupan por inmigrantes porque a los desempleados españoles que -quizás tienen un subsidio- no les compensa trabajos con salarios bajos. “Los españoles dejamos de ser competitivos en España” para determinados trabajos, sentencia. Lo cierto es que hay sectores, como el de los servicios a personas dependientes, copados casi en exclusiva por trabajadores nacidos fuera.
Viendo la gráfica, queda claro que hay dos Españas: Baleares, Canarias, Madrid y Barcelona, y luego el resto, y ninguna de las dos ha de helarnos el corazón, y si aumentar el PIB del país, y todo gracias a la inmigración tan denostada por VOX y tan incomprendida por Feijóo.
Un tercio de los empleados en Baleares son no nacidos en España. Con el 31,6%, es la comunidad donde el peso de los inmigrantes en el mercado laboral es más alto. Tras esta se sitúa Canarias con el 28,2%. Son los dos territorios más turísticos y donde el peso del sector servicios es abrumador. A continuación están las autonomías más desarrolladas (Madrid y Barcelona), con un 26,5% y un 24,6% respectivamente. La media española es del 19,9%. Lo que también muestran las estadísticas es que los inmigrantes trabajadores tienen sueldos significativamente más bajos que los españoles y una tasa de paro superior. Dentro de los inmigrantes hay diferencias enormes: los africanos tiene una tasa de paro (29%) que casi triplica la de los asiáticos (11%). Por sectores, los datos muestran su enorme presencia en la agricultura y la construcción, donde ocupan alrededor de uno de cada cuatro puestos. El sector servicios es el 16,7%, y en la industria, el 11,6%. El informe destaca que es casi inexistente su presencia en el sector público. Menos de un inmigrante de cada 25 recibe un sueldo del Estado.
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