Que a una persona mayor le llamen "viejecito", "carcamal", "cascarrabias" o "gagá", por poner algunos ejemplos, puede parecer simpático e inofensivo. La realidad es que estas palabras y expresiones promueven el edadismo, es decir, la discriminación por razón de edad –especialmente de las personas mayores– que en muchas ocasiones surge porque se hace un uso inadecuado del lenguaje.
Edadismo es un término acuñado en 1969 por el gerontólogo estadounidense Robert Butler. Pone de manifiesto los estereotipos y prejuicios existentes hacia las personas mayores, y demuestra la incomprensión de la diversidad y heterogeneidad de la vejez. Además, la utilización de palabras o expresiones discriminatorias que fomentan el edadismo suele ser indicio de algún tipo de trato que no es el correcto. Esta discriminación hacia los y las mayores conlleva la infravaloración de sus capacidades físicas y mentales y tiene un impacto negativo en el colectivo. Las actitudes negativas sobre la vejez limitan la vida, porque a las personas mayores no se les ofrecen las mismas oportunidades que a las otras. Así mismo, se las invisibiliza, porque se da por hecho que poco o nada tienen que aportar. Como no tienen nada que aportar, se las excluye del entorno laboral. Y como se considera que nada se puede hacer, se limitan cuidados o tratamientos que pueden necesitar las personas mayores. Todo ello afecta a su autoestima y puede favorecer una pérdida prematura de independencia, depresión y desencadenar la mortalidad.
El problema reside en que cada uno envejece de manera diferente y depende también de la mirada del otro. Recuerdo de joven que cuando pensaba en el año 2000, me horrorizaba, sería un viejo de 55 años, y me decía a mí mismo: no llegaré a esta edad, y ya veis, andamos por el 2023. No me digas abuela, no eres mi nieto, decía una señora el otro día en la vanguardia. I es que de eso se trata, del respeto. Me quejaban en un escrito anterior de que un periodista se refiriera a una persona de 77 años como un anciano, y no todas las personas de 77 años son ancianos. Habría que recordara que cada uno envejece como le deja la vida, no como quiere, de esa guisa hay ancianos de 60 años y mayores o personas de 77. La barrera, según mi padre estaba en los 80 años. A partir de esa edad se supone que uno es un anciano, aunque viendo saltando al bisabuelo Mick Jagger por los escenarios, tengo mis dudas. Satisfaction!
0 Comentarios