EL FLANCO ECONÓMICO SERÀ EL PROBLEMA

Cuando George Bush padre perdió la reelección frente a Bill Clinton tras la exitosa primera guerra de Irak, uno de sus asesores exclamó: ¡Es la economía, estúpidos!, para explicar que el fracaso electoral se debió a la crisis económica posterior a la acción militar que eclipsó el orgullo patriótico de la victoria en el campo de batalla. Todas las miradas sobre Pedro Sánchez, se centran en el flanco nacional y en los problemas derivados de la aprobación y posterior ejecución de la ley de amnistía. En este momento, es así. Pero en los próximos meses, podría ser que la mayor debilidad de este gobierno venga del flanco económico, porque las medidas pactadas con Sumar y presentadas en el programa de investidura exigen un aumento del gasto público y el contexto es adverso, tipos altos de interés y reducción de los ingresos atípicos derivados de la inflación y de operaciones financieras favorables como la compraventa a las comunidades autónomas de la deuda del FLA).  Y luego está el clima de confrontación que se ha creado con los empresarios, un sector que siempre había tenido una relación más que correcta con los gobiernos del PSOE, pero que ahora se siente perseguido fiscalmente e inseguro legalmente, aunque aparentemente los empresarios catalanes no están por esa labor y algunos españoles tampoco. Ante este panorama, será clave la persona que Sánchez ponga al frente del ministerio de Economía y las competencias que retenga la vicepresidenta Teresa Ribera. Este es el problema real de la nueva legislatura, la economía, el resto es solo teatro, o ni tan siquiera eso, un simple sainete vodevilesco.