Hace ya algunos años, por la Purísima, los niños de Arenys de Mar podía fumar. Esta costumbre tan singular y que a día de hoy sorprende pasaba el día de la Virgen Fumadora, el ocho de diciembre. Aunque ahora no se hace, todavía quedan muchos testigos de la infancia, arenyenses que recuerdan salir a la calle en grupo por el 8 de diciembre y pasearse por la Riera fumando.
Pipas artesanales o cigarrillos, los niños fumaban cascarilla de cacao, matalahúga, hinojo y otras hierbas aromáticas mezcladas con tabaco. Algunos también recuerdan haber llegado a fumar liana verde, que según cuentan dolía la cabeza.
Desconocida por muchos, es la Virgen María más interesante de todas. Como es fácil de entender, en los últimos tiempos esta sacra veneración pasa por un mal momento.Ha crecido la conciencia sobre los daños que provoca el tabaco. Ahora es imposible incentivar a los niños a fumar, y volver a aquellas épocas en las que se alababan los supuestos beneficios de la nicotina mientras, desde el cielo, la Virgen Fumadora iba tomando nota.
Hasta que un día decidió bajar a Arenys a predicar las virtudes de los puros.
La única manera de dar ahora un sentido a esta Virgen sería colocar su imagen en los paquetes, para acompañar a los mensajes que te avisan de que fumar mata, fumar aumenta el riesgo de ceguera y cosas por el estilo. Sería la forma de reinventarla, que ahora dicen. Si es que es necesario reinventarla, claro.
Comentarios
Publicar un comentario