Llevo un montón de años esperando a Godot, a pesar de saber con certeza que nunca vendrá. ¿Qué hago aquí entonces? -os preguntarán- Pues miren, dejar pasar la vida mientras contemplo el paisaje. Este es el primero de los aforismos de 'el albacea de la ignorancia' del 2001. La primera vez que leí el libreto de esperando a Godot (en Palma mientras hacía la mili), no entendí nada de nada, después al ver el ' obra representada por un grupo amateur, todavía entendí menos, pero al no atreverse a aceptarlo, mi reflexión a un compañero más o menos ignorante como yo fue: "no te lo puedo explicar lo que nos quiere decir Becket, no lo entenderías, es demasiado profundo para ti" y me quedé tan ancho. De hecho, esto solía pasarnos más o menos a la mayoría cuando íbamos a ver las películas de arte y ensayo, nadie entendía nada, pero para no parecer incultas nos inventábamos explicaciones inverosímiles. Ahora, al menos en el ámbito de la política sigo sin entender nada, y lo escribo a 45 minutos mal contados de que Pedro Sánchez aclare la X de su situación, claro que si como dicen a última hora que ya ha ido a ver al Rey en Zarzuela, quiere decir que dimitirá o cambiará su situación actual. O sea que seguiremos esperando a Godot eternamente.