LA VIDA EN UN BLOG

Se atribuye al periodista Justin Hall el honor de ser pionero de lo que entendemos como blog, o blog. Cuando Hall tenía veinte años y era un estudiante universitario, empezó a ejercitarse en el uso diario de la web, escribiendo y navegando por ella, lo que le ayudó a desembarcar en el equipo de la conocida revista Wired, un icono entre las publicaciones dedicadas a Internet. 

Aunque se han definido como diarios personales, lo que se ajusta inicialmente a la realidad, los blogs se diferenciaron de aquellos, también desde el principio, en dos cuestiones cruciales. La primera es que, mientras en un dietario clásico las entradas y anotaciones se producen en orden cronológico, de más antiguas a más recientes, en un blog se invierte ese orden, por lo que se consulta empezando por el final, retrocediendo en el tiempo a desde allí. La segunda, y mucho más importante, consiste en que normalmente los diarios personales estaban y están dedicados a atesorar los secretos de nuestra identidad más profunda. Todavía se venden en las papelerías libretas de hojas en blanco que se cierran como cajas fuertes con cerradura y cerrojo para que nadie curiosee lo que escriben nuestros adolescentes, diarios personales que quien más quien menos ha curioseado. 

Por el contrario, los blogs fueron ideados para ser leídos, están llenos de enlaces a otros blogs que los demás escriben y, sean cuales sean los valores que se defiendan o estén presentes, la intimidad no forma parte de este elenco. Por el contrario, se dice que existe una buena dosis de exhibicionismo, a veces bajo la excusa de la comunicación, en toda la actividad que se desarrolla en la red. Se le acusa también de endogámica, y en cierto modo así es, aunque, más bien diría que confluyen en los blogs una serie de personas comprometidos en las coincidencias, que se visitan y dejan comentarios entre ellos, aunque debo confesar que en este sentido, dejar comentarios, soy un pequeño y negligente desastre. Es una afinidad innata de El ser humano buscar complicidades, el derecho de reunión traspasado a la red, la idea de tribu, y los bloggers formamos parte de una tribu. El blog es también divulgación y compromiso. Aquí nadie cobra y, por tanto, no tiene el pensamiento ni sus ideas censuradas por el bolsillo, y diría que cada vez se desbarra menos y se razona más. De hecho, un blog es el último reducto de libertad y honestidad informativa que queda, siempre dentro de la capacidad de cada uno, y sin cortarse, libremente la gente se explaya y dice la suya. Será - entre otras cosas - ésta, una de las causas del ninguneo por lo general de los supuestos profesionales de la información - los periodistas - que curiosamente, muchos de ellos tienen también su blog. Como los políticos, que lo tienen sólo cuando les conviene y pocos están en activo de forma permanente. El blog es también una herramienta que permite desahogarse al ciudadano medio que mucho tiene que decir y no sabe cómo canalizar a través de los medios su opinión, a veces su grito. Y es cierto que acabas cayendo en una cierta por no decir clara rutina y que a medida que se alarga la vida del blog cada vez cuesta más que quieres decir. Pero todo eso era antes, cuando Hall empezó a publicar su vida en Internet día a día, todavía faltaba mucho para que aparecieran Twitter (X) o Facebook; es cuando los blogs creados por Pyra Labs en 1999 y adquiridos por Google en 2003, eran el 'rien va plus' de la modernidad tecnológica, pero su actualidad fue efímera, pronto fueron superados por los mencionados twitter o facebook La lista de los blogs olvidados desde que empecé en 2006 es extensa, muy extensa. Es lo que hay, todas las novedades tecnológicas sufren el síndrome Joaquin Murrieta, que ya está afectando a facebook y Twitter ya de clara capa caída, y lo hará también con instagram o Tit Tok, que serán sustituidos aún no sabemos porqué, pero que también será tragado por otro avance y así sucesivamente. 

No sé, para mí el blog es una 'joie de vivre', una ilusión diaria y una manera de desahogarme, de opinar sobre la mayoría de las cosas que no entiendo ni tengo idea, que es uno de los deportes nacionales, y al que de momento, me sigo dedicando, con menos tiempo de lo que pueda parecer. Ya lo decía, no sé quién: No solo de los blocs vive el hombre.

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