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29 DE MAYO DE 1991

La tarde del 29 de mayo de 1991, ETA atentó contra el Cuartel de la Guardia Civil de Vic, con un coche bomba cargado con unos 70 kilos de amonal. El atentado causó 10 muertos y 40 heridos.

Hoy se cumplen 33 años de aquellos hechos, y no tengo claro que se haya dado a las víctimas ya sus familiares el apoyo que merecían, posiblemente - y no nos engañemos - porque eran Guardias civiles, pero ante todo, personas y entre ellas víctimas inocentes, incluso niños.
En 2001 recuerdo que estando en Vic me explicó mi acompañante que aquel descampado donde había coches aparcados era donde estaba el cuartel de la Guardia Civil y las casas de los familiares. Le comenté que me extrañaba no hubiera ningún monumento, o placa recordatoria de los hechos, y la persona me contestó: ni verás, eran Guardias Civiles, si fueran del pueblo ya estaría hecho hace tiempo un memorial que estaría lleno de flores todo el año. Vale, le dije, pero murieron civiles también, mujeres y niños de los Guardias Civiles. Mi acompañante ni se inmutó y remachó: no verás ningún recordatorio y eso dentro de diez o más años seguirá igual. Afortunadamente mi acompañante se equivocó..


Han pasado 33 años y finalmente, en el lugar donde estaba el Cuartel, se encuentra la biblioteca que lleva el nombre de Pilarín Bayés. Las obras empezaron en junio de 2019 y se inauguró el 7 de octubre de 2022. Es una buena manera de rendir homenaje a las víctimas del atentado, cultura contra violencia, aunque es un homenaje que llega tarde, demasiado tarde . Habría que ver si en vez de Guardias civiles, las víctimas hubieran sido civiles, de qué modo habría sido la celebración y la reivindicación del atentado.

EL TESTIMONIO DE JOSÉ GIMÉNEZ MADERA, EL GUARDIA CIVIL QUE HA SOBREVIVIDO A DOS ATENTADOS DE ETA

A las 19.05 horas del 29 de mayo de 1991 varios miembros de la banda terrorista lanzaron un coche bomba contra el interior de la casa cuartel. En ese momento numerosos familiares de los guardias civiles estaban en sus casas y había niños jugando en el patio. Fueron asesinadas diez personas, cinco de ellas menores de edad, y resultaron heridas otras 44, la mayoría de ellos mujeres e hijos de los guardias.
"Mi hija me pidió que saliera al patio con ella porque estaban sus amigas, pero yo le pedí que esperase porque estaba viendo una serie de televisión. Esa serie de televisión nos salvó la vida". Quien habla, aun entre lágrimas, es José Giménez Madera, agente de la Guardia Civil, nacido en Badajoz a quien la bomba le tiró la casa abajó y su hija resultó herida por un corte de cristal en la cara.
Madera, como le llamaban sus compañeros, es de las pocas personas que ha sobrevivido a dos atentados de ETA: tres años antes del ataque de Vic resultó herido grave después de que la banda lanzase varias granadas contra la casa cuartel de Llodio (Álava) donde estaba destinado: "Ahí sí salí mal parado, heridas en pies, cabeza y manos. Con motivo de ese atentado mi mujer dio a luz a mi hija, se le adelantó el parto por el susto". José Giménez Madera tenía entonces 21 años.
Tras aquella experiencia abandonó el País Vasco y le destinaron a Cataluña. Su deseo era ir a Manresa, pero la familia acabó recalando en Vic, de donde es su mujer. "Tras lo de Llodio no quería ir al cuartel. Hablé con la Policía Nacional de Vic, que ellos no tienen casas cuartel, para saber cuánto pagaban por un alquiler, pero era mucho con respecto al sueldo que a mi me iba a quedar. Con la niña y la vida tan cara de Vic tuve que meterme en el cuartel y a los tres años, otra vez", relata.
Madera dice recordarlo todo de aquel 29 de mayo de 1991: "Sonó la explosión y mi mujer dijo que había sido el butano, pero el ruido era igual que el del atentado que yo sufrí en Llodio y dije 'no, esto ha sido una bomba'. Se nos cayó la cocina, el cuarto de baño que daba al patio y todo agrietado; suelo, techos y pared. A la media hora nos rescataron los bomberos a través de los escombros, vivía en un segundo y las escaleras se rompieron".
De esto nunca se habla en casa, "mucho menos" con su mujer delante. Su hija entonces tenía apenas tres años. Preguntado acerca de qué le contó cuando creció, confiesa que sólo en una ocasión le enseñó un video con imágenes "y ya está". A pesar de que no se aborda el tema, dice que su hija se acuerda de las fechas y cada 29 de mayo y cada 14 de marzo (fecha del primer atentado) le recuerda que ese día vuelve a cumplir años.
Esperando a que les sacasen de los escombros, recuerda que su mujer, "ante el miedo de que se viniera abajo la estructura del edificio", quiso tirar a su hija "por la parte de atrás, por el comedor", donde había gente que los estaba mirando desde la calle. Finalmente no lo hizo.
"Lo peor fue luego. Yo saqué a mi mujer y a mi hija fuera y cuando me metí en el patio a coger escombros vi los cuerpos de las demás niñas, las amiguitas de mi hija. Tenían las cabezas abiertas, las reconocíamos por la ropita: 'esta es la hija de aquel o esta es la hija de este'. Las reconocíamos por la vestimenta", narra emocionado.
A José Giménez Madera le salvó una serie de televisión de detectives que ese día emitía la TV3 y también que en el momento del atentado no estaba de servicio. Lo había estado la noche anterior cuando, según dice, entre las 22 y las 23 horas recibieron varias llamadas de teléfono en el cuartel.
Cuando descolgaban el teléfono se escuchaba a una mujer que él identifica como Pilar Ferreiro Bravo, etarra condenada a ocho años de cárcel por colaborar con el 'Comando Barcelona'. "Llamaron dos o tres veces. No decían nada, era para ver cómo actuaba el de la puerta (del cuartel), rememora.
Tras los dos atentados, un tribunal médico le concedió la invalidez. Tiene 49 años aunque su voz al otro lado del teléfono aparenta más edad. Nacido en Badajoz, actualmente reside en Oropesa del Mar (Castellón) donde su hija trabaja como administrativa.
Lamenta que como víctima de ETA se ha sentido desamparado por las autoridades en Cataluña y no ve correcto el recibimiento del que ha gozado Otegi al que tacha de "bicharraco". 

José Giménez Madera, en la icònica fotografía, con su hija en brazos.

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