¿SE ACABÓ LA FIESTA?

Y mira por dónde, mira que tal, al final, resulta que Emmanuel Macron había hecho un Pedro Sánchez, y no un Artur Mas como decían todos, y convocando elecciones, el pueblo francés ha mostrado a Marine Le Pen cuál es su sitio - por el momento -. Francia acepta, en todo caso, como tercera fuerza, o primera si contamos los votos. O sea, como Poulidor, el ciclista que siempre quedaba segundo en el Tour de Francia. Lo suelen decir los viejos: yo eso ya no veré, pero algún día... A esta frase se han reducido las expectativas de triunfo de la extrema derecha francesa. En cierto modo, esto ocurre en todos los países: hoy en día, se vota más a la contra que a favor, se vota mucho por resentimiento, o por rencor. Hace falta un grado muy elevado de espíritu democrático, para votar mientras te tapas la nariz al candidato que toca. Y aunque parezca que no ha sido así en España, Abascal lo ha entendido de esa guisa, por eso ha tomado la decisión que ha tomado. Y es que la sombra de Alvise Pérez es más alargada de lo que se podía pensar. ¿Se acabó la fiesta?, o acaba de empezar...

Publicar un comentario

0 Comentarios