UNA IMPOSTURA PINTARRAJEADA

El Instituto Cervantes recibió ayer, en su sede madrileña, el legado in memoriam del escritor cubano Severo Sarduy (1937-1993), un acto que ha querido enmarcar en la Semana del Orgullo LGTBIQ+. Entre los objetos depositados en la caja de seguridad, destaca la máquina de escribir Olympia Splendid 6 que utilizaba el autor de obras como De dónde son los cantantes o Cobra. Tras el acto, en el que participaron el director de la institución, Luis García Montero, y el albacea del autor fallecido (además de editor en Gallimard), Gustavo Guerrero, se recordaron anécdotas de Sarduy. Entre ellas, el día en que intentó seducir en París a un joven escritor barcelonés con aire melancólico. Se trataba de Enrique Vila-Matas y el encuentro casual se produjo en el restaurante La Closerie des Lilas. Sarduy le preguntó a aquel chico “¿qué planes tienes para el sábado por la noche?”. “Suicidarme”, respondió un trágico Vila-Matas. “Entonces quedemos el viernes”, replicó con agilidad Sarduy. - la mirilla en la vanguardia. Si queréis saber más de  Severo Sarduy: Una impostura pintarrajeada.

Tengo 53 años y he pasado ya más tiempo aquí, en París, que en mi país de origen, Cuba. De modo que, si se pone en una balanza la cantidad de años, por supuesto que soy ya francés, y que estoy integrado aquí. Pero, como se sabe de sobra, en lo que respecta a la biografía, las cifras no significan nada: yo sigo estando en Cuba; yo nunca me fui de Cuba. Ese que está en Camagüey, ese soy yo, y ese que está ante ti, es una impostura pintarrajeada

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