REINCIDENTES HABITUALES

"fotografía de El Periódico - un chico distrae a una turista mientras el otro intenta quitarle el bolso.

"El Gobierno laborista británico ha soltado casi dos mil presos por falta de espacio en las cárceles. La saturación de las cárceles ha hecho que los chistes al respecto sean tan frecuentes en Reino Unido como antiguamente los de Lepe en España." Últimas plazas disponibles a la vista de la extraordinaria demanda, no se pierdan la oportunidad de conseguir una o será demasiado tarde", decía hace un par de meses el chiste de Matt, el viñetista que a diario hace reír en las portadas del conservador The Daily Telegraph . Pues bien, el momento ha llegado, ya es demasiado tarde. presos –siempre hay delincuentes– el Gobierno laborista de Keir Starmer se ha visto obligado a poner a libertad a varios miles de ocupantes de las celdas, considerados de baja peligrosidad y que ya habían cumplido al menos el 40% de la condena ".

El escrito que viene a continuación es de 2010, en él se hablaba ya del tema, del gran tema de este verano, la inseguridad, los robos y pequeños hurtos en Barcelona. Ya lo decía Madame Bovary: No hay nada que no haya pasado antes, solo que lo hemosmolvidado. Hace 14 años ya se ponían tiritas a las puertas de las casas para ver si la gente estaba ahí, y hace 14 años también que, como decía Grande-Marlaska, según por qué lugares se pasea, por precaución, se cambia la cartera del bolsillo trasero al delantero del pantalón, son precauciones que no son nuevas, sino desde hace mucho tiempo. La única diferencia entre el 2010 y ahora es la aparición de las navajas en las noticias, porque las navajas han estado siempre en el bolsillo de mucha gente, solo que ahora toca hablar y preocupar al personal.

MEDIDAS DEL GOBIERNO SOBRE PEQUEÑOS HURTOS - 30.4.10 - "Hace unos años, un breve de esos que salen los periódicos tenía un titular sorprendente” 20 años de cárcel por robar una pizza a un niño”. 
De entrada uno se dice:¡Vaya!, estos americanos (estaba en Miami) hacen un grano demasiado, pero después curioseando por internet, resulta que este ladronzuelo llevaba acumuladas muchas pequeñas condenas por robos del estilo de este o similares y en un momento determinado el juez decidió sumarle todas las condenas y al acumularlas condenarle a estos veinte años, con el entendimiento de que el individuo era incorregible y, ya que no haber nada que hacer, lo mejor era enviarle dos dos decenios a la cárcel para que se lo pensara bien repensado.
Puede parecer algo exagerado y de hecho lo es, pero he leído casos en Barcelona de ladronzuelos que han sido detenidos incluso setenta u ochenta veces en un año por hurtos menores. Y esto no puede ser. Parecería razonable enviarles una temporada (no hace falta veinte años tampoco) al trullo, y sino a alguien que les enseñas a robar como Dios manda, que en eso también se ha perdido el oficio. De hecho, un tipo que le pillan setenta u ochenta veces debería ir a prisión por incompetente.
Ahora el Gobierno ha aprobado una ley que permitirá encarcelar a estos ladronzuelos si acumulan cuatro faltas en poco tiempo, y ya salen voces hablando de desproporciones punitivas, cuando era un clamor de gente pidiendo que se actuase de esta manera. Ante la cantidad de pequeños y no tan pequeños hurtos que hay a diario, en Barcelona, o en cualquier otra ciudad turística europea.
La principal novedad de las medidas que se proponen adoptar es que la perpetración de tres pequeños hurtos (de 10 euros cada uno, por poner un ejemplo) implique una pena de prisión de 4 a 12 días en cumplir los fines de semana. La otra gran novedad es exigir que para la comisión reiterada de tres faltas de hurto cometidas en un año –hasta ahora son cuatro–, si la cifra de lo apropiado fuera superior a 400 euros, la pena sea la cárcel de 6 a 18 meses.
Como siempre pedimos que el Gobierno actúe contra problemas como estos que afectan directamente a la ciudadanía y cuando lo hace, le criticamos. Yo encuentro la medida correcta y una forma de disuadir a este tipo de delincuencia menor, menor si no te afecta personalmente, claro, y que además es un tipo de delincuencia que afecta sobre todo a turistas y que da una imagen mala e insegura de en este caso de Barcelona".

De estas medidas del Gobierno sobre pequeños hurtos no se ha sabido nada más, y los ladronzuelos siguen acumulando 80 y más detenciones escabullándose de ir al trullo. Quizás las dignísimas autoridades autoritarias temen que si aplican la ley no les quepan los malhechores en las cárceles y como ha pasado este año en Gran Bretaña, tengan que dejarles salir de nuevo a la calle por falta de espacio a las mismas.
Puede parecer algo exagerado y de hecho lo es, pero he leído casos en Barcelona de ladronzuelos que han sido detenidos incluso setenta u ochenta veces en un año por hurtos menores. Y esto no puede ser. Parecería razonable enviarles una temporada (no hace falta veinte años tampoco) al trullo, y sino a alguien que les enseñas a robar como Dios manda, que en eso también se ha perdido el oficio. De hecho, un tipo que le pillan setenta u ochenta veces debería ir a prisión por incompetente.
Ahora el Gobierno ha aprobado una ley que permitirá encarcelar a estos ladronzuelos si acumulan cuatro faltas en poco tiempo, y ya salen voces hablando de desproporciones punitivas, cuando era un clamor de gente pidiendo que se actuara de esta manera. Ante la cantidad de pequeños y no tan pequeños hurtos que hay a diario, sobre todo en Barcelona.
La principal novedad de las medidas que se proponen adoptar es que la perpetración de tres pequeños hurtos (de 10 euros cada uno, por poner un ejemplo) implique una pena de prisión de 4 a 12 días en cumplir los fines de semana. La otra gran novedad es exigir que para la comisión reiterada de tres faltas de hurto cometidas en un año –hasta ahora son cuatro–, si la cifra de lo apropiado fuera superior a 400 euros, la pena sea la cárcel de 6 a 18 meses.
Como siempre pedimos que el Gobierno actúe contra problemas como estos que afectan directamente a la ciudadanía y cuando lo hace, le criticamos. Yo encuentro la medida correcta y una forma de disuadir a este tipo de delincuencia menor, menor si no te afecta personalmente, claro, y que además es un tipo de delincuencia que afecta sobre todo a turistas y que da una imagen mala e insegura de en este caso de Barcelona". De estas medidas del Gobierno sobre pequeños hurtos no se ha sabido nada más, y los ladronzuelos siguen acumulando 80 y más detenciones escabullándose de ir al trullo. Quizás las dignísimas autoridades autoritarias temen que si aplican la ley no les quepan los malhechores en las cárceles y como ha pasado este año en Gran Bretaña, tengan que dejarles salir de nuevo a la calle por falta de espacio a las mismas.

Un preso liberado este martes de la cárcel de Pentonville, en Londres

 TOLGA AKMEN / EFE

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