La justicia italiana ha declarado ilegal la deportación de migrantes a Albania y ordena su regreso. Ninguno de los 16 migrantes que hace dos días llegaron al puerto albanés de Shengjin podrá quedarse en Albania. El plan de la primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, que pretendía retener a migrantes en centros de internamiento en el país balcánico, se ha llevado un golpe de la justicia italiana. El tribunal de Roma ha dictaminado que los doce migrantes trasladados a Albania no pueden ser internados en el centro de Gjader y que deben ser devueltos a Italia de inmediato, aunque sus peticiones de asilo hayan sido rechazadas por las comisiones territoriales. Ara.cat
El programa, que costará a Italia 800 millones de euros en cinco años, ya se puso en marcha con mal pie, ya que mismo día del traslado, el gobierno italiano tuvo que devolver en barco a Italia a dos de los migrantes porque eran menores, y otros dos porque se encontraban en condiciones de extrema vulnerabilidad. El tribunal ha justificado la decisión aferrándose en "la imposibilidad de reconocer a los estados de origen de las personas detenidas como "países seguros"". "Las detenciones no han sido validadas en adopción de los principios vinculantes para los jueces nacionales y la propia Administración, enunciados por el fallo reciente del TJUE", han añadido los jueces. Según medios locales, los migrantes serán devueltos mañana a territorio italiano.
El plan es el resultado de un pacto entre Roma y Tirana que externaliza la gestión migratoria de Italia y prevé que los migrantes y solicitantes de asilo que la guarda costera italiana rescata en el Mediterráneo sean retenidos en centros de internamiento en sol albanés. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, firmó este acuerdo en noviembre del 2023 con su homólogo albanés, el socialista Edi Rama, defendiéndolo como un posible "modelo" para Europa y como "una vía nueva y valiente" en el control migratorio. Tanto la oposición italiana como las organizaciones en defensa de los derechos humanos han alertado de que este procedimiento "rápido" de gestión fronteriza supone una vulneración de derechos para los solicitantes de asilo que, además, tiene un coste muy elevado para los contribuyentes y ninguna garantía de éxito.
La noticia llega al día siguiente de que Meloni saliera victoriosa de la cumbre de líderes europeos en la que se discutió el endurecimiento de política migratoria. "Hay muchos países que están observando las políticas que implementa Italia en materia de inmigración", se congratuló la dirigente italiana, celebrando que sus recetas contra los recién llegados ganen adeptos dentro del blog. España, en cambio, se quedó sola oponiéndose a los centros de retención de inmigrantes fuera del territorio comunitario. "Nosotros no estamos a favor de este tipo de fórmulas porque no solucionan ninguno de los problemas y crean nuevos", declaró Pedro Sánchez. La solución que propone Sánchez, tiene que ver con su reciente viaje a Mauritania y Senegal, está en atacar el problema en origen, no en deportar a los inmigrantes.
