Tras iniciar su singladura en India, Axel -ahora ha cambiado su nombre por el de Isa- ha reaparecido recientemente en Pakistán con un semblante para algunos inquietante. Ha adquirido una imagen de “vagabundo del dharma”, para expresarlo con palabras amables. Otros dirán que se ha convertido en una especie hippie andrajoso, de esos que van con el pelo rasta, larga barba y mirada perdida. Pero su familia parece aceptar de buen grado su transformación.
Vivir en la carretera, conociendo nuevas personas y territorios constantemente. En libertad, bajo una cadencia más pausada y con mayor presencia o sensación de experimentar lo que acontece es otra forma de vida. Pero, ¿cómo puede sostenerse a lo largo de los años? ¿De qué vive un peregrino itinerante? ¿Verdaderamente se puede renunciar a todo para encontrar la unión con lo divino como Axel plantea?
Motivaciones y factores de cambio - Son muchos los interrogantes y opiniones que un viaje de transformación así puede plantear. Cuando Axel todavía no ha conseguido cumplir su ciclo que le llevará de vuelta a India, donde todo empezó, dejamos aquí algunas de las pautas de todo viaje de transformación.
Un viaje de transformación empieza por una fuerte motivación. Ésta suele tener que ver con la sensación de que algo no encaja. Puede ser uno mismo, la visión que se tiene del mundo, la relación con los demás, la vida laboral o el conjunto de todo ello. En el caso de Axel Pons, tres pueden ser las motivaciones principales según lo que se desprende de sus declaraciones en los distintos videos publicados recientemente.
Motivación
1 - No cumplir las expectativas: Axel Pons entró en la categoría de 125cc, pero no alcanzó las expectativas de sus entrenadores. Pasó por Moto2 pero no llegó a los puestos deseados.
2 - Frustración: al no cumplir las expectativas, probablemente, Axel fue presa del sentimiento de frustración. No podía ser quien querían que fuera y lo que es peor, nadie se había preguntado qué quería el joven como motor en su vida.
3 - Búsqueda del sentido de la vida: una pregunta existencial que nos puede rondar a todos en momentos de crisis. Cuando no eres capaz de responderlo con firmeza y autoridad, te puede carcomer, consumiendo tu energía. No obstante, de esta sensación de disgusto puede surgir el impulso para iniciar el viaje de transformación De pronto, Axel se dio cuenta de que no había nada que lograr. Lo que precisamos está en cada paso, en cada respiración, en observar y ver la belleza del mundo que nos rodea. Este es el principio de quien entra en la senda espiritual. La comunión con el todo..
Junto a las motivaciones puede haber importantes factores de cambio. Acciones o decisiones determinantes que nos llevan a abandonar la zona de confort.
Factores de cambio
1 - Competitividad: una de nuestras grandes enemigas. Tanto sirve para elevarnos, sintiendo que somos los mejores, como para destrozarnos sintiendo que siempre habrá alguien mejor o que no podemos estar ganando eternamente. Es uno de los valores de nuestro mundo cotidiano que más puede pesar cuando se vive desde una obsesiva exigencia.
2 - Conectar con tus dones o talentos: aspecto positivo que surge cuando uno inicia un proceso de cambio. Además de ver los desperfectos, se conecta con partes de nuestra personalidad que teníamos olvidadas. Talentos artísticos, físicos o mentales de cualquier tipo que nos sirven para ir en otra dirección.
3 - Fortaleza: este es un estímulo esencial. Se trabaja con disciplina y sirve como motor de activación de cambio. Hay que ser fuerte para dejarlo todo y lanzarse a lo desconocido. En el caso de Axel, se echó a andar y no se rindió durante tres años, aunque tuviera que pasar penurias como dormir al raso en el Hilamaya, pasando mucho frío.
4 - La libertad: uno de nuestros mayores tesoros. Ser libres nos libera de las cadenas de la cotidianeidad y nos hace feliz. Es el estado idóneo para emprender la búsqueda de uno mismo. No es nada fácil alcanzarla. La libertad empieza cuando no tienes nada que perder.
La llamada de la aventura - Esta es una etapa muy significativa del viaje del héroe, esa mítica estructura narrada por Joseph Campbell como base de toda narración y ciclo vital. Emprendemos la aventura porque sentimos su llamada. Ella es la que nos impele a lo desconocido, el lugar donde viviremos la transformación. Axel Pons ha confesado haber tenido una visión que le guiaba para que marchara hacia Oriente, al este donde sale el sol. Así, lo hizo. Emprendió el camino y se echó a andar a lo largo de tres años hasta llegar a India.El viaje de transformación implica aprendizajes y nuevos hábitos que alimentan a la “nueva” persona que nace o renace a partir del tránsito. En el caso de Isa, esto son algunos de sus aprendizajes.
Nuevo mundo e integración
1 - Ir más lento: Cada momento es infinito, cruzamos la eternidad en cada instante. Si vamos acelerados no percibimos absolutamente nada y vivimos en un mundo superficial o distorsionado. La lentitud lo cambia todo. Conversaciones, miradas, estado de ánimo… Caminar es una forma lenta de descubrir el mundo, siguiendo una escala humana.
2 - Se hace camino al andar: Sin propósito se vive mejor. Ir más lento permite ver los detalles de la vida. Valorar lo simple, saliendo de la vorágine consumista, cargada de estímulos permanentes. La riqueza está en la experiencia de vivir plenamente lo que acontece. No en la riqueza material y en las posesiones. Aceptar las situaciones como vienen. Al andar uno no va en busca de un destino y objetivo. El sentido está en el propio acto de caminar. Andando uno medita, reza y entra en comunión con lo más profundo e interno de su ser. También con aquello que lo rodea.
3 - Estado de relajación: la relajación es consecuencia de muchas cosas. Ir despacio, tener la oportunidad de escucharse, poder contemplar, dejar atrás los antiguos hábitos tóxicos. No competir, ser libre, vagar como un vagabundo que no tiene nada y a la vez lo tiene todo. La felicidad es un estado de ánimo y la relajación puede aproximarnos a ella.
4 - Silencio: forma parte de la relajación y de la senda introspectiva del viaje de transformación. Acallar la mente nos permite ver las cosas de otra manera. Sin ruido nos encontramos y redefinimos nuestra relación con el mundo. La no necesidad de utilizar tantas palabras, nos aporta mayor grado de conciencia
5 - Unión con lo divino: Isa lo cuenta como unión con Alá o Dios. No importa la divinidad sino alcanzar la dimensión mística, esa en la que surge el espíritu de devoción y gratitud hacia lo divino. La naturaleza que nos rodea puede ser sagrado, al igual que parte de lo sagrado puede habitar dentro de nosotros. De esta manera surge una nueva dicha, pura y simple, más allá de todo logro material o externo.
6 - Ser libre: probablemente uno de los mayores a descubrir en un viaje de transformación. Dejar de estar sujeto a ataduras emocionales, económicas o de cualquier índole, nos hace felices. Esto es algo que cuesta de comprender en nuestra sociedad y que provoca el recelo o desconfianza ante transformaciones como la del joven Axel, al que algunos verán como un pobre desdichado. No obstante, si se le pregunta a él, dirá que “no tengo nada, pero lo tengo todo. Sin tener un techo puedes dormir en todas partes. Aceptar sin juzgar, permite no sufrir y ser libre.” - Alexis Racionero Ragué en la vanguardia.com.
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