Ya son más de 122 millones las personas desplazadas forzosamente en el mundo, en el día mundial del refugiado. Esta cifra de personas desplazadas forzosamente en el mundo no es solo un número, sino un reflejo doloroso de cómo los conflictos, la persecución y las crisis ambientales están transformando la vida de millones. Este total, según el reciente informe de tendencias globales del ACNUR en el marco del Día Mundial del Refugiado, se compone de aproximadamente 42,7 millones de refugiados que han cruzado fronteras y 73,5 millones que se han visto obligados a huir dentro de sus propios países. Durante la última década, este fenómeno ha mostrado un aumento constante, subrayando la urgencia de abordar las causas profundas que obligan a tantas personas a abandonar sus hogares.

Entre los factores impulsores se encuentran conflictos armados prolongados en regiones como Sudán, Myanmar, Ucrania y otros focos de crisis humanitaria. La violencia directa, la destrucción de infraestructuras esenciales y la inestabilidad política generan entornos donde la seguridad y la dignidad se ven comprometidas. A ello se añade la inseguridad alimentaria, el colapso de sistemas de salud y la carencia de recursos básicos, creando un círculo vicioso que obliga a las personas a buscar protección en circunstancias a menudo precarias.

El impacto de esta crisis recae de manera especialmente aguda en los grupos más vulnerables. Se estima que cerca del 40% de los desplazados son niños, lo que compromete sus oportunidades de desarrollo, acceso a la educación y bienestar a largo plazo. Las mujeres y niñas, por su parte, enfrentan un riesgo significativamente mayor de violencia y abuso, siendo 1 de cada 5 quienes han sufrido violencia sexual. Estas realidades evidencian la dimensión humana de la crisis, haciendo imperativo que las respuestas internacionales incluyan medidas específicas para proteger a quienes más lo necesitan.

El Día Mundial del Refugiado se ha convertido en un momento estratégico para visibilizar esta emergencia humanitaria y movilizar acciones. Campañas como “Hay un Llamado”, impulsada por Fundación ACNUR Argentina, no solo buscan concientizar sobre la magnitud del desplazamiento forzado, sino también recabar apoyo y recursos para mejorar la respuesta humanitaria ante una crisis que afecta predominantemente a países de ingresos bajos y medios. La conmemoración subraya la necesidad de un compromiso global que comparta la responsabilidad de proteger a quienes han tenido que abandonar sus hogares en condiciones extremadamente vulnerables

Más allá de las estadísticas, esta cifra histórica representa historias de resiliencia, pérdidas y luchas diarias por la supervivencia. Resolver o al menos mitigar este fenómeno implica no solo la asistencia urgente en materia humanitaria, sino también estrategias a largo plazo orientadas a la construcción de paz, el desarrollo sostenible y la prevención de futuros conflictos. Por ello, la comunidad internacional se enfrenta al reto de transformar la manera en que aborda tanto las causas inmediatas como las raíces estructurales de estas crisis, promoviendo soluciones innovadoras que permitan a estas personas reconstruir sus vidas en condiciones de dignidad y seguridad.

En otro orden de cosas, hoy es también el día mundial del WIFI, para muchos, más importante que el dia mundial de las personas refugiadas.