El desgarrador número de muertos en la Franja de Gaza continúa hoy. Un avión israelí golpeó una casa en la ciudad de Al-Zawayda con algunos misiles de alta potencia, matando a toda una familia: madre, padre y tres niños pequeños. La misma escena trágica a unos veinte kilómetros de distancia, en el distrito industrial de Khan Yunis: una bomba lanzada por un dron golpeó una tienda de campaña alojada en el campo de refugiados donde dormía una madre con sus dos hijas. No había nada que hacer, murieron instantáneamente.
El horror continuó durante toda la mañana, cuando, en diferentes momentos y en diferentes aglomeraciones urbanas de la Franja, al menos 12 personas fueron brutalmente asesinadas por disparos y misiles explotados mientras buscaban pan o hacían fila para ganar uno de los pocos paquetes de alimentos distribuidos. Muertes que se suman a las del hambre y la desnutrición que, según datos publicados por Hamás, han llegado a 162 en las últimas horas, incluidos dos niños en grave estado de deterioro físico encontrados sin vida esta mañana.
Y son precisamente los menores los más afectados en esta guerra. En un comunicado, Ted Chaiban, director ejecutivo adjunto de UNICEF, al regresar de una misión a Israel, Gaza y Cisjordania, indicó que más de 18.800 niños han sido asesinados desde el comienzo del conflicto en Gaza: "Un promedio de 28 por día, el equivalente a una clase escolar. Una de cada tres personas en Gaza pasa días sin comer y el indicador de desnutrición ha cruzado el umbral de la hambruna", dijo. Y mientras la población sigue muriendo de hambre, la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas para el alivio de los refugiados palestinos, denuncia que 6.000 de sus camiones cargados de ayuda humanitaria "están bloqueados fuera de Gaza a la espera de una luz verde para entrar" que, tras varios días de estancamiento, aún no ha llegado. Y tal vez nunca llegue.
El frente militar, mientras tanto, se está volviendo cada vez más incandescente. El Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Eyal Zamir, dijo que "si no hay acuerdo con Hamas para la liberación de rehenes en los próximos días, los combates en la Franja de Gaza continuarán sin cesar".
¿No es posible una unidad mundial que ponga fin a este horror?. El mundo ha logrado consensos antes: el fin del apartheid, la reconstrucción tras guerras mundiales, tratados de paz. Pero en la práctica, los intereses geopolíticos, económicos y estratégicos de los Estados suelen pesar más que la vida de los inocentes. La falta de acción contundente por parte de organismos internacionales refleja una profunda crisis de liderazgo ético. Sin embargo, la presión ciudadana, la movilización global, y la solidaridad internacional sí pueden marcar una diferencia. Cada voz cuenta. Cada acto de memoria, cada denuncia, cada gesto de humanidad suma. Como dijo una activista en el memorial de Barcelona: “No son números. Eran niños y niñas”.
El pasado mes de junio 3500 activistas intentaron entrar en Gaza y llevar ayuda, pero fueron retenidos por los Gobiernos de Israel y Egipto. Pero ¿y si fueran un millón?, ¿quién los detendría?
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