En un mundo cada vez más caótico y ruidoso, hay momentos en los que es necesario parar y repensar el presente, porque no es fácil hallar la tranquilidad y paz en un momento en el que todo va a una velocidad vertiginosa. Esto es, precisamente, lo que ha inspirado a Pantone para elegir el color del año 2026. Su apuesta para marcar tendencia en los próximos 12 meses es la tonalidad 11-4201 Cloud Dancer, un blanco imponente que simboliza “la influencia tranquilizadora en una sociedad que redescubre el valor de la reflexión serena”, describe la compañía en su nota de prensa. Es un blanco “ondulante impregnado de serenidad” y que “fomenta la verdadera relajación y la concentración, permitiendo que la mente divague y la creatividad respire, abriendo espacio para la innovación”.

Es una elección histórica: es la primera vez desde 1999 que la compañía escoge el color blanco. A este nuevo tono le cede el testigo el 17-1230 Mocha Mousse, que fue elegido como color del año 2025. Una tonalidad marrón suave, pero también “intensa y cálida” que transporta los sentidos al “placer y la exquisitez”, según apuntaba el año pasado la empresa que en 1963 creó el Pantone Matching System, un sistema de identificación, comparación y comunicación del color para las artes gráficas.

“En estos tiempos de transformación, cuando reimaginamos nuestro futuro y nuestro lugar en el mundo, Pantone 11-4201 Cloud Dancer es un discreto tono blanco que promete claridad”, afirma Leatriz Eiseman, directora ejecutiva del Pantone Color Institute. “La cacofonía que nos rodea se ha vuelto abrumadora, dificultando escuchar las voces de nuestro ser interior. Cloud Dancer, una declaración consciente de simplificación, mejora nuestra concentración, liberándonos de la distracción de las influencias externas”, añade.

Como ocurre cada año, no llueve a gusto de todos. Apenas unas horas después de que se conociese la resolución, las redes sociales ya tienen una opinión: “Ay, qué aburrimiento”, “Justo cuando los millennials empezaron a poner color de nuevo en su casa" o “Esto es básico” son algunos de los comentarios que los usuarios han dejado en la publicación de Instagram.

Blanco es el color del que se le puso el aire a Oppenheimer cuando ensayó una bomba de 20 kilotones, como prueba de la que después echaría sobre gente cuya tez, decían ellos, era amarilla. Eran las cinco y media de la madrugada, y un hombre, jugando a ser Dios, adelantó el amanecer de ese día y también el de una nueva era, en la que aún vivimos. La bomba se llamaba Trinity, que en español significa padre, hijo y Espíritu Santo, es decir, Trinidad, un ser único en tres personas distintas, una de ellas, una paloma blanca, ejemplo milenario de inclusión y diversidad. Quizá es hora de buscarle otro color a la paz, un color más adecuado sería el negro, y ya puestos, habría que cambiar también el logotipo de la paloma por otra ave. El Búho sería más adecuado a la paz actual. Con información de elpais.es