Desde el año 2013, y, por iniciativa de la sección de Edición, la redacción de La Vanguardia escoge por votación popular cuál es la palabra o expresión más significativa para sintetizar todo un año. Volviendo la vista atrás, el repaso de las palabras que han ganado cada año, tanto en catalán como en castellano, dan un retrato bastante ajustado de lo que pasó entonces.
En el 2017, Piolín y DUI nos recuerdan el año del referéndum independentista; en el 2020, fueron covid y confinamiento las que marcaron la pandemia; y el pasado año, en las dos lenguas ganó la palabra dana, sigla lexicalizada de depresión aislada en niveles altos. Se da la circunstancia de que, a pesar de tratarse de un acrónimo nuevo, los diccionarios normativos de la RAE y el IEC ya la han incluido.
Como pasó el año pasado, este 2025 también ha ganado la misma palabra en castellano y en catalán: genocidio. Y no solo eso, sino que el podio coincidente se completa con aranceles e IA, la sigla de inteligencia artificial.
La ganadora del 2025 ya quedó segunda en el 2024, pero este año genocidio se ha impuesto de modo incuestionable al frente de la lista. Eso demuestra que lo que está pasando en Gaza ha empeorado desde entonces, y que la redacción de La Vanguardia ha considerado que hay que remarcar estos hechos, más aún cuando la magnitud de la masacre que el ejército israelí está llevando a cabo en la franja de Gaza se intenta disimular con eufemismos. La redacción bien informada sabe muy bien qué sucede y quiere usar la palabra precisa, que el DLE define así: “Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad”.
En el segundo lugar se encaraman los aranceles de Donald Trump, que en el mes de abril empezaron a sacudir la economía mundial, y que todavía ahora vive en estado de shock. Hablamos de la “tarifa oficial determinante de los derechos que se han de pagar en varios servicios, como el de costas judiciales, aduanas, etc.”, es decir, los impuestos que se aplican a la importación y exportación, que el presidente de Estados Unidos aumentó considerablemente. El objetivo es controlar los mercados internacionales y hacer “ America first”, aunque muchas voces norteamericanas han cuestionado la eficacia de esas medidas.
El 28 de abril, el día que se fue la luz en toda la península Ibérica, también ocupa un lugar en la lista con ‘apagón’
Esta voz también ha sido la escogida por la Fundéu-RAE como palabra del año, con esta explicación: “Las negociaciones y las imposiciones comerciales, promovidas por el presidente de Estados Unidos, especialmente las relacionadas con las exportaciones y las importaciones entre países, han sido las protagonistas de la información internacional durante meses, y lo siguen siendo. Este 2025, en el centro de muchas conversaciones, se ha situado el sustantivo arancel. Esta voz ha pasado de estar reservada a los especialistas y al ámbito técnico, a estar en boca de todos y convertirse en una palabra presente en el día a día de cualquier persona”.
El tercer lugar de la lista en las dos lenguas es la sigla para la inteligencia artificial, la IA. En este caso estamos hablando de un concepto de largo alcance, que empezó a asomar la nariz este decenio, pero es cierto que ha estallado considerablemente el año pasado y este con los chats de consulta, que ahora, además, se están añadiendo a muchas aplicaciones. La IA no tiene marcha atrás, por ello hay que asumirlo y sopesar sus ventajas e inconvenientes, para poder tener el debate ético necesario.
La lista de la redacción de La Vanguardia se completa con apagón/ apagada, por la aciaga jornada del lunes 28 de abril. El hecho de que toda la red eléctrica de la península Ibérica se viera afectada demostró dos cosas: la vulnerabilidad de la conexión energética y la dependencia en que ha quedado atrapada nuestra sociedad.
Los diccionarios anglófonos han escogido términos del ámbito digital como ‘rage bait’, ‘slop’, ‘parasocial’ y ‘vibe coding’
Otras instituciones académicas de todo el mundo también escogen su palabra, y este año han coincidido con términos del ámbito digital. Para los diccionarios de Oxford, la expresión del año es rage bait, que el Termcat traduce como cebo de ira, y que significa: “Contenido web creado para provocar reacciones emocionales intensas de indignación o ira, que tiene como único objetivo atraer la atención de los usuarios en las redes sociales para generar interacción y tráfico web”.
Cambridge apuesta por parasocial: “A medida que las redes sociales intensifican la intimidad que los fans sienten con sus celebridades adoradas, y con el aumento de la popularidad de los compañeros de IA que pueden adoptar personalidades, la palabra para estas relaciones unidireccionales –parasocial– está teniendo su propio momento”.
En el caso de Collins, la escogida es vibe coding (programación por intención). La expresión “fue popularizado por Andrej Karpathy, exdirector de IA en Tesla e ingeniero fundador de OpenAI, para describir cómo la IA permite la producción creativa mientras él podía ‘olvidar que el código existe’”. Y para acabar, Merriam-Webster ha escogido slop ( porquería ), “contenido digital de baja calidad que se produce generalmente en cantidad mediante inteligencia artificial”.
Neologismo catalán del 2025 - El ‘vespreig’ se impone. El tiempo de ocio es fuente inagotable de creación de argot, las palabras coloquiales que echan sal a la vida. Hace ya años que en castellano se llama tardeo a la actividad que se hace por la tarde consistente en un encuentro informal para tomar algo con un poco de picoteo. El diccionario de la RAE todavía no la recoge, pero sí existe tardeo como primera persona del verbo tardear: “Detenerse más de la cuenta en hacer algo por mera complacencia, entretenimiento o recreo del espíritu”. Vale decir que es una definición con un estilo bastante poético.
En catalán, se empezó a utilizar la palabra en castellano, pero enseguida apareció la traducción directa tardeig. El Termcat propuso dar un paso más con vespreig, porque es un derivado de vespre, que “tiene la ventaja que se dice en todos los dialectos y parece que coincide bastante con la hora en que se lleva a cabo esta actividad. Además, permite el juego con el verbo vesprejar, que ya existe con el sentido más general de ‘oscurecer’”.
El concurso popular del neologismo del año en catalán, que han convocado el Observatori de Neologia de la UPF, la Secció Filològica de l’Institut d’Estudis Catalans, el Termcat y 3cat, lo ha ganado vespreig con un 25,6% de los votos. En segunda posición, una sigla que aparece en otros rankings: IA (22,5%). Y acto seguido neurodivergent (11,8%), salut mental (11,4%) y el gentilicio gazià / gaziana (9,4%). El IEC se compromete a estudiar el neologismo ganador, y también todos los otros, para darles prioridad a la hora de entrar en el diccionario normativo. Magí Camps

Podría ser peor ( si cabe). Imagínate que en el 26 la palabra sea extraterrestre o guerra. ¡ Uf!
ResponderEliminarQue los dioses nos sean propicios.