La tragedia del presidente es que personas de su círculo de confianza han tenido que dejar sus responsabilidades por conductas machistas. Uno lee los repugnantes audios del exministro José Luis Ábalos sobre las mujeres y el consumo de prostitución grabados por Koldo García o se entera de que Francisco Salazar (ex secretario general de coordinación de la Moncloa) acosaba con insinuaciones soeces a empleadas de su departamento y siente repugnancia desbordada por su proceder. En las últimas horas, José Tomé, presidente de la Diputación de Lugo, y Antonio Navarro, líder socialista en Torremolinos, han sido igualmente denunciados por acoso.
No deja de ser curioso y hasta cierto punto sospechoso, que estallen de golpe tantos casos de acoso en un mismo partido, no niego la mayor, ni la derivada, pero realmente suena un poco extraño. Dicho esto, Ángeles Ferriz, me gusta, es lo que dirían los italianos, una brava donna, pero con un par, y que encima habla como persona, no como política.
El presidente del Gobierno respondió que “el feminismo a todos nos da lecciones, a mí el primero”. Pero, en el caso de Salazar, no se actuó con la celeridad exigida. Eduardo Galeano decía que el machismo es el miedo de los hombres a las mujeres sin miedo. Las mujeres sin miedo del PSOE son las que ahora están más indignadas. Y si Sánchez resiste, deberá ser aún más implacable, con tanto insensato que parece haberse impregnado más del landismo que del sanchismo. Porque ellas están hasta el moño, de puteros y de acosadores....

1 Comentarios
La historia de siempre: la izquierda la caga y llega la derecha. No aprendemos.
ResponderEliminar