¿VOTAR O NO VOTAR? HE AQUÍ LA CUESTIÓN

No tengo tan claro que la culpa, o toda la culpa, o gran parte de la culpa de que la gente no vaya a votar, sea de los partidos políticos, me parece una visión muy reduccionista y sin suficiente fundamento basada básicamente en tópicos y una visión simplista del problema. Quizás, porque mucha de la gente que no va a votar, simplemente no va por pereza o falta de interés, o desconocimiento, y estos, en la mayoría de los casos ni siquiera saben si los políticos lo han hecho bien o mal, o qué programa tienen, o si han cumplido o no sus promesas electorales.

Hay que decir que el programa me parece no se lo ha leído nadie, ni los propios partidos, a excepción de quienes lohan confeccionado. De hecho hace años ya decía el viejo Profesor Enrique Tierno Galván, que las promesas de los programas electorales estaban hechas para no ser cumplidas, y aunque puede parecer una afirmación muy cínica, es la pura realidad.

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No ayuda tampoco a llevar gente a las urnas el triste papel de los medios escritos, orales o visuales, aquí hay y mucha falta de profesionalidad. Curioso es que se están retroalimentando políticos y medios durante todo el tiempo y cuando llegan unas elecciones,los periodistas de la CCRT - por ejemplo - se niegan a firmar la información aduciendo que los partidos políticos les imponen sus bloques de campaña. ¿ que hacen estos periodistas el resto del tiempo? Siempre lo mismo"Fulano dijo, "zutano" ha contestado, "mengano" replicó, según fuentes bien informadas. etc.

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La teoría de que los partidos fomentan la abstención porque ya les va bien, no se aguanta por ningún lado, pués a menos votantes más problemas tienen los grandes partidos, dado sse les cuelan otras formaciones pequeñas o agrupaciones de independientes por la derecha o por la izquierda que les sacan representación de concejales o diputados, que en caso de alta participación no tienen nada que hacer, y eso quiere decir menos ingresos económicos para estos partidos mayoritarios.

Es cierto pero que no anima a votar ni las listas cerradas ni las campañas electorales donde en vez de explicar el programa, los partidos se limitan a descalificarse a insultarse y menospreciarse en una burda ceremonia de la confusión. Hay también otro tipo de abstencionista: El desengañado, o mejor dicho, desencantado, que cada vez hay más a estas alturas de la película. Por eso está el voto en blanco, aunque siempre me dicen que no sirve para nada dado favorece a los grandes partidos, pero sinceramente, no me veo capaz de votar a ningún partido con la cabeza y no el corazón en la mano.

Decían hoy que el voto en blanco previsto en las próximas autonómicas sería casi la tercera fuerza política en Cataluña, al nivel de los votos de Esquerra Republicana. De hecho existe el Partido Ciudadanos en blanco que ha conseguido dejar vacias sillas en algunos consistorios, pero no es suficiente. No es ninguna solución, ni siquiera un toque de alerta, que el personal político eso se lo pasa por el forro, pero no veo otra opción que votar en blanco, salvo simplemente de pasar olímpicamente y no ir, pero, a los de mi generación con lo que nos costó poder ir a votar, esta opción diría que no la contemplamos.