EL HUNDIMIENTO DEL CAPITALISMO

El agente de bolsa independiente Alessio Rastani afirmó en una entrevista en la cadena de televisión BBC que el fondo de rescate de la zona euro no funcionará porque los mercados están dominados por el miedo y pronosticó que los ahorros de millones de personas se desvanecerán en menos de un año.

"En menos de 12 meses, los ahorros de millones de personas se desvanecerán", vaticina Rastani, para quien éste no es el momento de pensar que los gobiernos aportarán soluciones para arreglar la situación económica, porque "los líderes políticos no gobiernan el mundo, lo hace Goldman Sachs ". 
Con esta información y otras sesgadas que van llegando, la percepción es que estamos en un callejón sin salida, que esto se derrumba y que la crisis no ha hecho más que empezar y ahora va de verdad. Ha puesto el dedo en la llaga Rastani, no gobiernan el mundo los líderes de los Gobiernos, ni quizá Godlman Sachs, gobiernan los malditos mercados y dentro de ellos unos cuantos que manejan el cotarro.

Hasta hace poco el dinero tenía su equivalencia en oro. Es decir: Si tú llevabas un billete de 50 euros al Banco de España, este en teoría debería darte a cambio del billete la cantidad de oro equivalente al valor de este. A eso se le llamaba el patrón oro. Pero hoy en día esto ya no es así. Hace mucho tiempo que el patrón oro ha dejado de existir. ¿En qué se basa hoy en día el dinero? Pues se basa en la productividad de cada país, en el PIB, en los bienes y en los acuerdos internacionales (FMI, Banco Mundial, etc ..). y este control se les ha escapado de las manos. Desorientados no saben qué medidas tomar ni que hacer para detener el hundimiento de la economía occidental.

Estamos asistiendo al derrumbe del Titanic del capitalismo 99 años después del del barco y no parece que nadie sea capaz de tapar las vías de agua. Mientras tanto, aquí vamos discutiendo de toros y tonterías por el estilo como la orquesta del Titanic que impertérrita iba tocando mientras el barco y ellos con él se hundía. La recesión es imparable y el hundimiento inevitable.