LA MUERTE DE UNA NIÑA TENÍA UN PRECIO: 500 EUROS

El ayuntamiento de Olot tuvo la brillante idea de apagar los semáforos de la villa por la noche para ahorrarse unos 500 euros al mes. Se vislumbraba que podría pasar una desgracia con una medida tan estúpida e inútil, y ha pasado, una niña de ocho años de edad ha fallecido atropellada por la mañana de este lunes, según han informado los Bomberos de la Generalitat. El siniestro ha ocurrido poco antes de las diez y cuarto de la mañana a la altura del número 68 de la carretera de la Caña de la capital de la Garrotxa.

Ahora, el Ayuntamiento ha decidido suspender el apagón nocturno de semáforos después del atropello mortal de esta niña. El Ayuntamiento relaciona la anulación de la medida con este accidente, que ha pasado a pleno día y en un lugar sin semáforos, y con las críticas que habían recibido. No tiene nada que ver, pero el ayuntamiento ha reflexionado y viéndosela venir ha anulado la medida. Si no hubiera habido este accidente mortal no habrían hecho marcha atrás y posiblemente hablaríamos de otra víctima. Aunque tarde, bien venida sea la rectificación. La muerte tenía un precio: 500 euros que deben derrochar en veinte mil cosas cada día. Y rectificar no siempre es de sabios, a menudo es de idiotas.

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