El actual estado de Israel tiene sus raíces en la Tierra de Israel desde hace más de 3.000 años. Tras la Primera Guerra Mundial, la Liga de Naciones aprobó el Mandato Británico de Palestina con la intención de la creación de un "hogar nacional para el pueblo judío." Fue en el año de 1947, que las Naciones Unidas aprobaron la partición de Palestina en dos estados, uno judío y uno árabe. El 14 de mayo de 1948 del estado de Israel declaró su independencia, lo cual fue seguido por la Guerra árabe israelí de 1948 con los vecinos estados árabes, que se negaban a aceptar el plan de la ONU.
Las sucesivas victorias en una serie de guerras posteriores confirmaron su independencia y ampliaron las fronteras del Estado Judío más allá de lo acordado en el Plan de Partición de las Naciones Unidas. Desde entonces, Israel ha estado en conflicto con muchos de los países árabes vecinos, con varias guerras y décadas de violencia que continúan hasta el día de hoy. Desde su fundación, las fronteras de Israel e incluso el derecho a existir del propio estado ha estado sujeto a controversias, especialmente entre sus vecinos árabes. Sin embargo, Israel ha firmado tratados de paz con Egipto y Jordania, no así con el Líbano, Siria, y tampoco se ha salido con la Autoridad Nacional Palestina, aunque lejos de la relativa tregua que hubo con el mandato de Yasser Arafat, con la muerte de éste y el arrebatamiento del poder por parte de Hamas es cuando se ha terminado de complicar la situación ya bastante difícil per se, hasta ha llegado a la situación actual.
La izquierda clásica, la que no entiende casi nada, la que siempre apoya causas perdidas y a menudo equivocadas habla de genocidio, de anorreamiento, como si los Palestinos de Hamas fueran hermanitas de la caridad y los israelíes atroces asesinos, y olvida que este genocidio a la inversa ya lo intentaron en más de una ocasión Sirios, Libaneses, Egipcios o Palestinos desde 1948.
Intentando huir este reduccionismo simple, no justificaré en modo alguno la brutal y exagerada acción represiva que el estado de Israel está llevando a cabo desde hace tiempo con diferentes niveles de violencia según el momento y la circunstancia. Pero hay que decir que este Estado tan denostado y que se sabe rodeado de enemigos, está luchando para su supervivencia desde 1948 y unas veces acierta más que otras en su manera de procurarse la defensa de este continuar existiendo como tal Estado en un entorno muy hostil, aunque es evidente que la diferencia de las armas con que cuentan unos y otros es abismal y la represión de los Israelíes a menudo es brutal y desproporcionada.
No se puede reducir una situación tan compleja como ésta a unos buenos y unos malos, y aunque si es cierto que alguien debería detener esta pesadilla, pues  como se está viendo en los últimos días, los israelies continuarán acosando y si es necesario volverán a bombardear e invadir Gaza, pero debemos tener claro e insistir en que aquí no hay buenos y malos, y que las víctimas son los de siempre, el pueblo, en este caso el pueblo palestino, y en menor mesura el israelí, y no debemos olvidar en el caso de Hamas, que fueron ellos quienes rompieron la última y frágil tregua volviendo al lanzamiento de misiles contra las poblaciones fronterizas israelies. Hamas, a quien los Palestios, su pueblo en el fondo les importa un bledo, dentro de esta locura intransigente islamista en la que se han instalado. Se decía que cuando desaparecieran Arafat y Rabin sería posible hablar de paz en esa zona. Pues bien, ambos han traspasado hace tiempo y todo sigue igual o peor, dado como no toca, hace ya tiempo que apenas hablan los medios.
Y aunque la actitud del Estado de Israel puede parecer exagerada vista de nuestro prisma, no lo es tanto desde el de los israelíes que creen (creo que equivocados) que la única manera de alcanzar la paz es acabar con Hamas. Y digo errados porque esto no lo conseguirán nunca, al contrario cada vez están generando más odio del pueblo palestino hacia ellos, por eso afirmo que esta es una guerra que los israelíes nunca la ganarán, pero tampoco pueden conseguir la paz negociando, hay demasiado odio enquistado para que sea posible. En los últimos diez años la proporción de muertes es de 7 Palestinos por un israelí. En estos últimos años se ha construido este muro de la vergüenza que rodea "Gaza", las trabas para que lleguen medicamentos y alimentos de primera necesidad son bastantes más de las que deberían ser y continúan las detenciones arbitrarias por el solo hecho de ser o parecer Palestino , sin ninguna prueba ni garantía jurídica posterior, aunque dicen ha disminuido.
No hay pues solución a este problema tan enquistado, los Israelíes están en un "callejón sin salida" del que no pueden ni saben cómo salir adelante, y este es un gravísimo e irresoluble dolor de cabeza para unos y otros, mientras la demografía suma cada día que pasa a favor de los Palestinos. Mientras van muriendo ciudadanos palestinos inocentes y algún israelí de vez en cuando .... He aquí los hombres y mujeres del pueblo elegido.