EL MINISTRO DE SANIDAD DE PORTUGAL PIDE A LOS PORTUGUESES QUE NO ENFERMEN
- En realidad lo que el ministro de Sanidad propuso a los portugueses fue que adopten una “actitud de prevención”, respecto a su salud, a fin de evitar recurrir a los servicios sanitarios. El problema para el gobierno es que el sistema de salud pública está en su límite de atención y que puede llegar a colapsarse.
El Ministerio de Sanidad portugués pide a los portugueses que hagan lo posible por evitar ponerse enfermos para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. El secretario de Salud luso, Fernando Leal da Costa, ha hecho este fin de semana unas polémicas declaraciones en las que pide a los ciudadanos que contribuyan de alguna manera para no tener que necesitar recurrir a los cuidados sanitarios.
“Si cada uno de nosotros no hacemos algo para reducir el potencial de ponernos enfermos, por más impuestos que podamos cobrar, el Sistema Nacional de Salud será antes o después insostenible“. Por ello, para garantizar la sostenibilidad del sistema público tal y como está ahora en Portugal, el secretario luso recomienda a los portugueses que adopten una “actitud de prevención“.
El pasado 1 de enero el copago volvió a aumentar en Portugal, duplicando en algunos casos las tasas de acceso a la sanidad pública. En concreto, las urgencias en los hospitales cuestan alrededor de 20 euros, mientras que una consulta con el médico de familia en el centro de salud se paga a 5 euros. Pero si estas tasas no son suficientes como efecto disuasorio, para evitar un uso injustificado del sistema de salud por parte de los portugueses, el secretario de Estado de Salud pide ahora a los ciudadanos una mayor responsabilidad en la prevención.
Pero, actualmente, todavía hay en Portugal alrededor de un millón y medio de personas sin médico de familia asignado, un hecho que dificulta esa voluntad del gobierno de prevenir enfermedades más complicadas y una mayor utilización de las urgencias en los hospitales.
Por ello, el actual ministro de Sanidad, Paulo Macedo, negoció en octubre de este año un aumento del número de pacientes por médico, que pasarán de los actuales 1.500 pacientes a 1.900 pacientes, así como también consiguió que los médicos con contratos de 35 horas semanales vuelvan a trabajar 40 hora a la semana. Estas alteraciones, que entrarán en vigor el próximo 1 de enero, permitirán que en torno a un millón de portugueses reciban la asignación de un médico de familia en un centro de salud.
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