A partir de ahora, ni los bares ni los restaurantes podrán utilizar las aceiteras, según una normativa de la CE que también obliga a etiquetar mejor el aceite para que el consumidor esté bien informado. La normativa no deja de ser curiosa y abre muchos interrogantes.
Esta medida afectará también a la corta o a larga al vino de la casa que te ponen en una jarra o a veces en porrón. Supongo que esta medida afectará también al vinagre, que si de vino, de módena o de vete tú a saber de qué, que hay muchas maneras. Y la sal y el azúcar, ¿se verán afectados?. No se cuando me ponen el azúcar de quién es el que hay dentro, si es azúcar de 'Azucarera Española', o de Andorra, mucho más barato pero que endulza menos. ¿Y la sal? es Costa, es marina, es yodada. En los restaurantes de comida rápida ya te dan las mini dosis de aceite, sal o azúcar, aunque tampoco sabes de quién es, y que queréis que os diga, pero esto es una estocada mortal a los fabricantes de aceiteras, aparte de que se me hace difícil aceptar la desaparición de un utensilio tan clásico como las aceiteras y vinagreras de toda la vida.
Tampoco se puede garantizar que el aceite que haya dentro de una botellita monodosis sea el de la marca del frasco, bién lo saben los de las discotecas que llenan envases irrellenables cambiando el alcohol original por el de garrafa.
¿Y Rafael Marquina y su afamado diseño de aceitera de hace 50 años?.
Todo ello parece no ser gran cosa más que el desorden de cuatro individuos aburridos de Bruselas, posiblemente los mismos que perpetraron la cosa esta de la ISO-2000, que ya decía Dilbert que es el número de cervezas Heineken que se tomaron en una noche y así se los salió el engendro.
2 Comentarios
Está claro que usted no tiene ni idea de lo que está hablando en su blog. En primer lugar, un elemento tan español (y tan catalán) como el aceite de oliva, se está viendo adulterado, manipulado y maltratado por una gran cantidad de intermediarios y restauradores, que no hacen más que degradar la imagen de calidad que poco a poco se está consiguiendo y engañar al consumidor final ofreciéndole un aceite que seguramente, (tal y como estamos acostumbrados a consumir) se encuentre en un estado que dista mucho de su calidad original.
ResponderEliminarCréame, estoy harto de consumir aceites rancios, avinagrados, en mal estado, en bares y restaurantes incluso de los considerados como de alto nivel.
Mire usted, los que fabrican aceiteras, son los mismos que fabrican las botellas de vidrio, cuya demanda ahora se está disparando y, por supuesto, ya es hora de que sepamos lo que comemos.
Ya veo que para usted, el azúcar es solo azúcar y el aceite, aunque se la cuelen, solo aceite.
Un saludo
verás, mi padre era catador de aceites y algo se me pegó, y no se a que bares y restaurantes vas, pero donde yo voy el aceite es razonablemente bueno. Los que no tienen ni idea son los que han parido esta medida absurda y difícil de aplicar.
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