Un ser humano, puede levantarse un día por la mañana pensando en comerse el mundo y, cualquier accidente, insignificante, ridículo o grave, le aparta definitivamente del paisaje. Es la fragilidad de nuestra especie, cura de vanidades y estulticia. Y es que no somos conscientes de nuestra fragilidad, ya decía Lennon que la vida es aquello que nos pasa mientras hacemos otros planes. Deberíamos pensar en ello cada día por la mañana cuando lo planificamos, ser conscientes de esta fragilidad y aplicar este estado de conciencia en el quehacer diario.... Véase sin ir mas lejos el grave accidente del alemán Michael Schumacher, casi una vida entera a mas de 300 km por hora y que en toda su carrera de piloto de F1 sólo se rompió una pierna, y un accidente de esquí le ha dejado donde, como está, y a ver si sale de esta, como sale.