¿ACASO NO MATAN A LOS CABALLOS?


Se dice que la realidad siempre supera a la ficción, esta ficción del Método Grönholm de Jordi Galceran, se convirtió en 2012 en realidad para una joven: Clío Almansa. Cuentan los medios que el 10 de octubre del año pasado entró a formar parte del proceso de selección abierto en la empresa Ecoline 2010, de Mataró, para obtener un puesto de trabajo como agente y representante comercial de aparatos aspiradores y de ósmosis.
El proceso consistía en un curso de motivación a través de charlas y ponencias con una duración de 90 minutos. Las primeras sesiones se desarrollaron con normalidad, pero el 13 de octubre, se varió el sistema. Los 40 candidatos fueron conducidos a una sala donde había un número de sillas inferior a la cifra de aspirantes y la música estaba muy alta, según la querella presentada por la joven. El objetivo: el juego de la silla. Cada vez que la melodía parara, los aspirantes debían conseguir sentarse. Quien se quedaba de pié quedaba descalificado para el proceso.
Cuando el número de pretendientes se redujo, uno de los encargados de dirigir el juego separó a los participantes en grupos, divididos según el sexo. Así, creó dos grupos de hombres a ambos lados de la sala y un grupo de mujeres en medio de estos. Tras repartir de esta manera los candidatos al puesto de trabajo, el encargado de la selección se puso en el centro de la sala sujetando en sus manos un billete de 50 euros. Con voz firme dijo: «El billete será para quien lo coja y será parte de su primer sueldo». Lo tiró al suelo. «Pensé que era como el juego del pañuelo», recuerda Clío. Todos los aspirantes se lanzaron a recoger el billete. La joven se vio en medio de una marabunta de gente cegada por conseguir el objetivo y la única plaza de trabajo que ofrecía. La joven cayó al suelo. "No se puede levantar", dijo uno de los encargados de la empresa. Tuvo que ser trasladada en ambulancia al servicio de urgencias del Hospital de Mataró. 

«Me di un golpe en la cabeza. Era un dolor intenso», recuerda. Ante esta situación, la empresa formalizó ese mismo día un contrato de trabajo indefinido a tiempo parcial para Clío, a pesar de estar lesionada y incapacitada. Tenía la vértebra rota y tuvo que llevar un corsé ortopédico durante un mes y medio. Días después del incidente, la despidieron enviándole un burofax. El argumento, no había superado las pruebas. Humillada Clío presentó en diciembre de 2012 una denuncia ante los Mossos. «Me sentí humillada, vejada y maltratada. Me vi impulsada a hacer cosas que de otra manera, y si no fuera por la necesidad de obtener un puesto de trabajo, nunca hubiera rebajado a aceptar», aseguró a los agentes. Después, recorrió el despacho del abogado Daniel Vossele, que en octubre de 2013 presentó una querella contra el representante de la empresa por un presunto delito contra la integridad moral y una falta de lesiones imprudentes.

No se si recordaréis una vieja película de Jane Fonda y Michael Sarrazin , ( inspirada en la novela ¿Acaso no matan a los caballos  de Horace McCoy ) con el título de 'Danzad, danzad malditos', me la ha recordado este caso, en la película de Sidney Pollack, situada en Estados Unidos en plena época de la Gran Depresión, en medio de un ambiente de terrible miseria, gentes desesperadas, de toda edad y condición, se apuntan a una maratón de baile con la esperanza de ganar el premio final de 1500 dólares de plata y encontrar, al menos, un lugar donde dormir y comer. Mientras los concursantes fuerzan los límites de su resistencia física y psíquica, una multitud morbosa se ​​divierte contemplando su sufrimiento durante días ..... 

Y es que tal vez alguien le debería haber explicado a la joven Clio, que somos siervos, lacayos, nada, o carne de paso, y si bien es cierto que antes había habido una clase trabajadora con derechos y todo, con la crisis y la ayuda del Pp esta clase ha desaparecido, y ya no somos nada ni tenemos derecho nada, pueden vejarnos y humillarnos siempre que quieran. Ellos mandan, ellos tienen el poder, en eso ha terminado la revuelta de la clase trabajadora de mitad del siglo pasado.

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