NO JUGAR CON LAS COSAS DE COMER


Dice el ministro del Interior que quiere acabar con los mensajes injuriosos en internet. Este miércoles lo ha reiterado Jorge Fernández Díaz, que ha asegurado que harán todo lo posible para perseguir a todos aquellos delitos que inciten a la violencia y al odio. "Si los instrumentos legales no son válidos, estudiaremos de extras para garantizar el derecho al honor de la gente", apuntó tras anunciar el martes que la policía estaba investigando los mensajes injuriosos publicados en internet después del asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, el lunes por la tarde.
Fernández Díaz ha señalado que "más vale curarse en salud", y ha recordado que en abril ya se llevó a cabo una operación policial en la que se detuvieron a 21 personas por enaltecer a ETA en las redes sociales.

El hecho de curarse en salud del Sr. Fernández Díaz, conociendo el talante del personaje es francamente preocupante, porque ha abierto la caja de los truenos, la veda se ha acabado y la caza del discrepante ya está en marcha. Ya se ve a venir que pagarán justos por pecadores y que la medida o medidas que propugnará el Sr.Ministro del Interior, irán más allá de perseguir a menudo anónimos que insultan, calumnian o difaman, o escriben frases despreciables en Twitter como el caso de la Presidenta de la Diputación de León asesinada ayer, e irá por todos los que, de una manera civilizada, educada y democrática discrepen de su pensamiento único y de su Partido, y sino al tiempo. 

Hay que decir también que es igualmente reprobable los elogios innecesarios y falsos sobre la difunta, aspecto que frecuenta cuando alguien traspasa aunque sea de una fatal forma como el caso de ayer. Las personas son como son, con sus luces y sus sombras, y Isabel Carrasco, tenía por lo visto, muchas sombras en su actuación personal y política, lo que en modo alguno justifica su asesinato con el agravante de alevosía. Tampoco es de recibo el uso político que del caso ha hecho más de un dirigente del Pp, en la misma línea errónea de Pere Navarro y la señora de la bandera.

Los partidos políticos deberían conjurarse para no jugar con las cosas de comer, no sea que acaben cogiendo una gastroenteritis, de la que luego se lamentarán, porqué ellos, mayoritariamente, son muy miserables.

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