Decenas de personas protestaron durante la ceremonia de inauguración de la estatua de Satán en Detroit (EEUU). Mientras otros manifestaron su alegría con un sonoro "Viva Satán!", Cuando la efigie fue presentada.

"Lo último que queremos en Detroit es una fiesta de bienvenida al mal", afirmó Dave Bullock, un párroco bautista local, citado por Reuters.

Esta afirmación del Sr. Bullock me ha hecho pensar, Satán no es el mal, si acaso es el administrador o el albacea, pero él no es el mal, inexistencia aparte, como inexistente es Dios y su hijo; pero en toda esta fábula del cristianismo, Satán es parte del reparto, no es un 'special guest star', ni un invitado de piedra. Es uno de los protagonistas de la historia, y además, él - Satán - no es el mal, el mal son los cristianos y por supuesto Dios, el más malvado de todos, en caso de existir, evidentemente.

Entiendo pues que en la iconografía pagana del cristianismo con Jesús en calzoncillos en la cruz, Santos y santos a cual más dudoso y presuntas vírgenes a granel, Satán tiene también derecho a una estatua, y además esta de Detroit no ha costado ni cinco al contribuyente, lo que no pueden afirmar los cristianos que nos cuestan un huevo y parte del otro. Si al menos se dignaran a pagar el IBI y a declarar el dinero en negro que tienen fuera, sería todo un detalle.