Hay casos, actuaciones del Gobierno que te hacen pensar, y dudar no ya de su eficiencia, sino de su equidad, debe ser aquello que se dice que la primera obligación del Estado como la de la religión, es la de joder al hombre. Véase si no el caso del tortosino Josep Aixarch.
Desde que el 1 de octubre de 2009 entró en vigor la tasa para salvamentos en el medio natural, la Generalitat sólo ha hecho gestiones para cobrar en cinco casos, uno de los cuales tuvo lugar en Tortosa. José Aixarch tuvo que pagar 366,34 euros, porque, según la multa que recibió, habría activado el dispositivo de rescate del 112 "sin que hubiera motivos objetivos para hacerlo". Su versión, sin embargo, contrasta con la recogida en el informe de los Bomberos que acudieron al rescate, explican en nació digital.
Los hechos se remontan al 12 de noviembre. La hija de Aixarch paseaba por la orilla del canal de la izquierda del Ebro cuando se dio cuenta de que un jabalí había caído y no podía salir del agua. Rápidamente llamó a su padre y al 112 para alertar de la situación. "Tenemos una serie de valores y para nosotros toda cosa que late tiene vida y merece un respeto", expone Aixarch. Preocupado por la seguridad de su hija, que quería ayudar al animal, llamó la policía local y los Bombres. "Los Bomberos me dijeron que eso era competencia de los Forestales y los llamé, pero eran las 10 de la noche y no me respondió nadie".
"Acudí a ayudar a mi hija y volvimos para localizar el cerdo antes de llegar a la compuerta de Campredó. Iba pasando el tiempo y allí no llegaba nadie. Pudimos ligar el animal con cuerdas, eran casi las 12 de la noche. Lo más complicado era sacar al animal. Pensábamos que podríamos hacernos daño y no sólo eso, sino que queriendo ayudarle aún le podríamos haber hecho más daño. El animal se rebotaba mucho ", expone Aixarch.
Padre e hija siguieron llamando a los Bomberos, pero, según explican no les hacían caso. "Sabían desde hacía dos horas que estábamos intentando sacar el animal del canal. Dijimos que no era justo. Nosotros pagamos nuestros impuestos".
Ante la desesperación, Aixarch dijo a la hija: "Dile que tu padre ha caído en el canal". Y así lo hizo. "Al decir esto no tardaron nada en llegar, pero cuando estuvieron enseguida vieron que había sido una enredada y lo primero que hicieron fue llamar al 112 para informar de que se trataba de una falsa alarma". "Cuatro bomberos nos ayudaron a sacar el jabalí del canal. Le quitaron las cuerdas y se fue corriendo ", explica. Además, Aixarach señala que fue el mismo cuerpo de Bomberos "quien movilizó el 112".
La policía local le pidió la documentación y al cabo de unos días los Aixarch recibieron la denuncia en casa. Indignado, intentó hablar varias veces con el funcionario firmante de la multa para explicarle los hechos. "Me dijeron que me llamarían y aún los espero", lamenta. "Pagué cabreadísimo, recurrir suponía pagar el abogado y decidí dejarlo estar".
Lo que más grave le sabe de todo "es haber quedado como un mentiroso de cara a los medios". "Me enoja que para la tortuga boba anuncian por TV3 que hay que llamar al 112. Para una tortuga boba sí, y por un jabalí, no?"." Tendré muchos defectos, pero tengo mucha sensibilidad hacia la gente y los animales y continuaré ayudando a todos. Ahora si tengo que volver a avisar al 112 ... eso no me volverá a pasar nunca más", explica Aixarch.
Aixarch ha sido multado con 366 euros, por salvar a un animal de cuatro patas, un jabalí de aquellos que se repoblaron hace años por que los servicios de inteligencia medio ambientales de la Generalitat decían estaban en peligro de extinción, pero ya se ve que los servicios de emergencias sólo acuden al rescate de los animales de dos patas o la tortuga boba. Burocracia institucionalizada, pasando la pelota a los unos a los otros y el saco de los golpes siempre el mismo, por eso cuando veo un vehículo del ayuntamiento que lleva escrito 'al servicio del ciudadano' no puedo evitar una sonrisa de desencanto y pienso que mejor no haber de necesitar este servicio, seguro que me costaría dinero.
Desde que el 1 de octubre de 2009 entró en vigor la tasa para salvamentos en el medio natural, la Generalitat sólo ha hecho gestiones para cobrar en cinco casos, uno de los cuales tuvo lugar en Tortosa. José Aixarch tuvo que pagar 366,34 euros, porque, según la multa que recibió, habría activado el dispositivo de rescate del 112 "sin que hubiera motivos objetivos para hacerlo". Su versión, sin embargo, contrasta con la recogida en el informe de los Bomberos que acudieron al rescate, explican en nació digital.
Los hechos se remontan al 12 de noviembre. La hija de Aixarch paseaba por la orilla del canal de la izquierda del Ebro cuando se dio cuenta de que un jabalí había caído y no podía salir del agua. Rápidamente llamó a su padre y al 112 para alertar de la situación. "Tenemos una serie de valores y para nosotros toda cosa que late tiene vida y merece un respeto", expone Aixarch. Preocupado por la seguridad de su hija, que quería ayudar al animal, llamó la policía local y los Bombres. "Los Bomberos me dijeron que eso era competencia de los Forestales y los llamé, pero eran las 10 de la noche y no me respondió nadie".
"Acudí a ayudar a mi hija y volvimos para localizar el cerdo antes de llegar a la compuerta de Campredó. Iba pasando el tiempo y allí no llegaba nadie. Pudimos ligar el animal con cuerdas, eran casi las 12 de la noche. Lo más complicado era sacar al animal. Pensábamos que podríamos hacernos daño y no sólo eso, sino que queriendo ayudarle aún le podríamos haber hecho más daño. El animal se rebotaba mucho ", expone Aixarch.
Padre e hija siguieron llamando a los Bomberos, pero, según explican no les hacían caso. "Sabían desde hacía dos horas que estábamos intentando sacar el animal del canal. Dijimos que no era justo. Nosotros pagamos nuestros impuestos".
Ante la desesperación, Aixarch dijo a la hija: "Dile que tu padre ha caído en el canal". Y así lo hizo. "Al decir esto no tardaron nada en llegar, pero cuando estuvieron enseguida vieron que había sido una enredada y lo primero que hicieron fue llamar al 112 para informar de que se trataba de una falsa alarma". "Cuatro bomberos nos ayudaron a sacar el jabalí del canal. Le quitaron las cuerdas y se fue corriendo ", explica. Además, Aixarach señala que fue el mismo cuerpo de Bomberos "quien movilizó el 112".
La policía local le pidió la documentación y al cabo de unos días los Aixarch recibieron la denuncia en casa. Indignado, intentó hablar varias veces con el funcionario firmante de la multa para explicarle los hechos. "Me dijeron que me llamarían y aún los espero", lamenta. "Pagué cabreadísimo, recurrir suponía pagar el abogado y decidí dejarlo estar".
Lo que más grave le sabe de todo "es haber quedado como un mentiroso de cara a los medios". "Me enoja que para la tortuga boba anuncian por TV3 que hay que llamar al 112. Para una tortuga boba sí, y por un jabalí, no?"." Tendré muchos defectos, pero tengo mucha sensibilidad hacia la gente y los animales y continuaré ayudando a todos. Ahora si tengo que volver a avisar al 112 ... eso no me volverá a pasar nunca más", explica Aixarch.
Aixarch ha sido multado con 366 euros, por salvar a un animal de cuatro patas, un jabalí de aquellos que se repoblaron hace años por que los servicios de inteligencia medio ambientales de la Generalitat decían estaban en peligro de extinción, pero ya se ve que los servicios de emergencias sólo acuden al rescate de los animales de dos patas o la tortuga boba. Burocracia institucionalizada, pasando la pelota a los unos a los otros y el saco de los golpes siempre el mismo, por eso cuando veo un vehículo del ayuntamiento que lleva escrito 'al servicio del ciudadano' no puedo evitar una sonrisa de desencanto y pienso que mejor no haber de necesitar este servicio, seguro que me costaría dinero.
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