Lo que voy a explicar a pesar de ser surrealista es real, y me ha sucedido esta mañana en los Juzgados de Sabadell, los que perdieron la T del rótulo de la fachada hace tres o cuatro años y todavía no la han sustituido (SUERTE QUE QUEDA LA IMPRONTA) y los que han protagonizado la rocambolesca historia que os contaré a continuación y que muestra que la indigencia mental del personal de seguridad del país es congénita y patente.
A la entrada de los Juzgados hay un escaner del año del catapún y una bandejita blanca donde depositar los enseres que lleves encima: móvil, llaves, cartera etc y en mi caso, aparte de esto, llevaba mi máquina Canon de retratar que siempre me acompaña. Las llaves se han quedado en el bolsillo de la chaqueta y el escáner, ineficiente al igual que el de seguridad no se ha dado cuenta.
Entonces, cuando ya había pasado bajo el escaner el segurata, un señor alto y barrigón, en un perfecto castellano me ha dicho que la máquina de retratar no la podía entrar ....
- Por? he preguntado
- Por motivos de seguridad, ha sido su contestación ....
Y he tenido que dejarla a la señora que estaba de seguridad con él.
¡Ah! El móvil lo he podido entrar sin ningún tipo de problema, y es que tal vez el señor de seguridad y su ayudante no saben que los móviles también hacen fotos, o seguramente la normativa de no dejar entrar máquinafotos debe ser anterior a los móviles, y en este sentido aún no han tomado la decisión (sería fantástico) de obligar a dejar los móviles en la entrada a todos los visitantes.
Además, no he podido hacer la gestión dado que el sistema informático de los Juzgados no funcionaba, como los Juzgados, como la seguridad, como todo en este desastre de país dicho o nombrado: España, una unidad de destino en lo irracional, el viejo país ineficiente de lo que nos hablaba Jaime Gil de Biedma.
A la entrada de los Juzgados hay un escaner del año del catapún y una bandejita blanca donde depositar los enseres que lleves encima: móvil, llaves, cartera etc y en mi caso, aparte de esto, llevaba mi máquina Canon de retratar que siempre me acompaña. Las llaves se han quedado en el bolsillo de la chaqueta y el escáner, ineficiente al igual que el de seguridad no se ha dado cuenta.
Entonces, cuando ya había pasado bajo el escaner el segurata, un señor alto y barrigón, en un perfecto castellano me ha dicho que la máquina de retratar no la podía entrar ....
- Por? he preguntado
- Por motivos de seguridad, ha sido su contestación ....
Y he tenido que dejarla a la señora que estaba de seguridad con él.
¡Ah! El móvil lo he podido entrar sin ningún tipo de problema, y es que tal vez el señor de seguridad y su ayudante no saben que los móviles también hacen fotos, o seguramente la normativa de no dejar entrar máquinafotos debe ser anterior a los móviles, y en este sentido aún no han tomado la decisión (sería fantástico) de obligar a dejar los móviles en la entrada a todos los visitantes.
Además, no he podido hacer la gestión dado que el sistema informático de los Juzgados no funcionaba, como los Juzgados, como la seguridad, como todo en este desastre de país dicho o nombrado: España, una unidad de destino en lo irracional, el viejo país ineficiente de lo que nos hablaba Jaime Gil de Biedma.
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