En 1956, este investigador, experto en ciencias de la computación, acuñó el término "inteligencia artificial". Falleció el 24 de enero de 2016. El matemático estadounidense Marvin Minsky (1927-2016) será recordado como uno de los mayores impulsores del desarrollo tecnológico del siglo XX. En 1959, fundó junto con el experto en ciencias cognitivas John McCarthy el Laboratorio de Inteligencia artificial y Ciencias de la computación del Instituto Tecnológico de Massachusetts, que, en la actualidad, es una de las instituciones de referencia en todo el mundo en biología computacional, robótica, teoría de la computación y sistemas de aprendizaje.

Minsky consideraba el cerebro como una máquina cuyas funciones podían ser estudiadas y emuladas por un ordenador. De hecho, en 1956, durante una célebre conferencia impartida en la Universidad Dartmouth, en Hanover (Nuevo Hampshire), presentó el término inteligencia artificial (IA), que se haría mundialmente conocido.

Con los años, Minsky se convertiría en uno de los máximos defensores del transhumanismo, un movimiento filosófico e intelectual que considera que es necesario utilizar la tecnología para potenciar nuestras capacidades, evitar el sufrimiento y la vejez y, en última instancia, alcanzar la inmortalidad.

En 1957, Minsky patentó un sistema de visualización confocal de muestras que suscitaría grandes avances en microscopía óptica. En las siguientes décadas, participó en el desarrollo de ARPAnet, la red sobre la que más tarde se asentaría la actual internet, y concibió la Teoría de la sociedad de la mente, que plasmó en un libró homónimo. Esta considera que los sistemas cognitivos que han evolucionado de forma natural no son más que una sociedad constituida por una gran cantidad de procesos individuales sencillos. Juntos, dan origen a las habilidades que atribuimos a la mente.

Entre otros galardones, Minsky recibió el Premio Turing, en 1969, por sus decisivas aportaciones al campo de la IA, la Medalla Benjamin Franklin, en 2001, o el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, en 2013. Estas son algunas de sus reflexiones:

"Cuando los ordenadores tomen el control, puede que no lo recuperemos. Sobreviviremos según su capricho. Con suerte, decidirán mantenernos como mascotas". En la revista Life (noviembre de 1970).

"Nuestra cultura concibe las emociones como algo más complejo y oscuro que el intelecto (..). En realidad, creo que en la actualidad sabemos mucho más sobre la emoción que sobre la razón". En Música, mente y significado (1981).
"Las 'leyes del pensamiento' no solo dependen de las propiedades de las células cerebrales, sino del modo en que están conectadas". En La sociedad de la mente (1987).
"¿Cuál es el truco mágico que nos hace inteligentes? El truco es que no hay truco. El poder de la inteligencia emana de nuestra vasta diversidad, no de un único y perfecto principio". En La sociedad de la mente (1987).
"¿Heredarán los robots la Tierra? Sí, pero serán nuestros hijos". En la revista Scientific American (octubre de 1994).
"Las máquinas podrán hacer cualquier cosa que hagan las personas, porque las personas no son más que máquinas". En la revista Muy Interesante (octubre de 1996).
"Aún nos mostramos propensos hacia las doctrinas, filosofías y creencias, que se extienden a través de civilizaciones enteras. Es difícil imaginar un modo infalible de protegernos de semejantes infecciones. Lo mejor que podemos hacer es educar a nuestros hijos en el pensamiento crítico y en los métodos de verificación científica". En la Máquina de las emociones (2006).
"Algún día seremos capaces de alcanzar la inmortalidad. Haremos copias de nuestros cerebros. Puede que los creemos en un laboratorio o que, simplemente, descarguemos su contenido en un ordenador". En la revista XLSemanal (junio de 2014).
"¿Qué somos las personas sino máquinas muy evolucionadas?". Durante la entrega de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento (junio de 2014).
"Hasta la fecha, no se ha diseñado un ordenador que sea consciente de lo que está haciendo; pero, la mayor parte del tiempo, nosotros tampoco lo somos". Atribuida. 

fuente:muyinteresante