Estos días en que como siempre que hay un suceso importante hacemos un máster sobre el tema gracias a quienes opinan los medios, se ha constatado cuando diferente es la actitud de gran parte de la gente de la izquierda hacia el suceso, según sea ​​la orientación política del protagonista, lo digo porque todo estar en su derecho, sorprende que sólo se mueven en movilizaciones masivas si los actores de la condesa es Estados Unidos o su apéndice Israel.
No recuerdo movilizaciones importantes de la izquierda por el genocidio de Chechenia, o para protestar sobre la falta de libertades en Cuba, o el drama sangriento de Darfur, o el del Coltan en el Congo, o la interminable sangría de Sierra Leona. Todos estos conflictos que pertenecen a las guerras olvidadas tienen un nexo en común, ha muerto mucha más gente en estos conflictos, y el otro nexo es que en principio o al menos oficialmente no intervienen los Estados Unidos. Hay por supuesto, yo esta izquierda no la entiendo, ni me la creo por más Kéfi que se pongan en la cabeza o en el cuello los fines de semana, simplemente me da la sensación de que no son más que efectos secundarios o residuales de su pasado comunista reciclado en otros ámbitos pero que aún conserva el poso del anti-americanismo visceral, y aquí hay mucho maniqueísmo y mucho fariseísmo y un nulo interés real por ninguno de los conflictos, los que les interesan y de los cuáles pasan olímpicamente, como si no fuera con ellos. Y se diría que esta postura fuera de tiempo y lugar, mucha gente ya se ha dado cuenta y ha entendido también que no les lleva a ninguna parte ni ayuda a solucionar ningún conflicto.
Lo digo, en el caso que nos ocupa, porque ya empiezo a estar harto de escolar en el caso de Cuba que si hay medicinas, escolarización, universitarios, etc etc. Escuchen, las farmacias están vacías, lo he visto, y los licenciados que cobran un sueldo de unos 150 pesos del estado, trabajan la mayoría de cualquier cosa para subsistir pero no en su carrera, los edificios en La Habana caen a trozos mientras malvive gente dentro. Eso si, todos escolarizados para nada ....
interior de una farmacia en la Habana
En Cuba no hay miseria, no se pasa hambre en el sentido literal de la palabra como puede ocurrir en Haití, pero ni mucho menos comen lo que quieren, pasa al menos en la Habana vieja, un señor con una bicicleta y un cesto tirando (literalmente) panecillos en la puerta de las casas como si se tratara de el periódico, y tienen tabaco y azúcar cada más que les da el gobierno, asiu como no pagan nada de alquiler, agua o luz (cuando hay), pero les falta lo más elemental, leche, aspirinas, compresas, etc., los pañales son un lujo. Recuerdo una frase de un poema:
.... siendo tantas sus carencias
que hasta carecen de nada

A modo de inventario, una anécdota que explicaba ayer Carles Santamaria en el periódico: Llega un hombre en casa con una gallina viva que se ha encontrado, y le dice a la mujer: la matamos y la cocinamos. La mujer le responde que no tiene ni aceite ni arroz. ni gas para cocinarla. El hombre resignado suelta la gallina, que, entusiasmada sale cantando: ¡Pa lo que sea, Fidel!, ¡Pa lo que sea, Fidel!
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