La desconcertante victoria del 'brexit' y de Donald Trump ahora, entre otros momentos populistas de este 2016, ha llevado a acuñar el término 'post-verdad'. (*) ( 'post-truth') en el Diccionario Oxford para describir la fase disparatada en la que ha entrado la política en Occidente. El discurso emocional y los prejuicios identitarios se imponen a los hechos objetivos en los estados de ánimo de la opinión pública. La mentira, la tergiversación y hasta la grosería campan a su aire, obteniendo el premio de los electores.
Aquí estamos instalados en la post-veridad desde hace años. El populismo aterrizó en España a través de la transición, y soretodo a partir del Gobierno de Aznar,y  también de los movimientos independentistas, todo esto mucho antes de que Podemos, o C 's. De hecho el populismo viene de viejo y este concepto de post-verdad aquí hace ya tiempo que lo podíamos haber inventado, pero se han cuidado los ingleses de hacerlo, y de hecho, no deja de ser un eufemismo para definir una situación descontrolada por parte de los analistas políticos incapaces de separar el grano de la paja a la hora de acertar quien ganará unas elecciones.

(*) Según el prestigioso Diccionario Oxford, la palabra inglesa post-truth ( 'post-verdad'') es la palabra del año. Y la define así: "Relativo o denotando circunstancias en las que hechos objetivos no son tan influyentes en la formación de la opinión pública como la apelación a la emoción y la creencia personal". Dicho de otro modo, esta palabra designa un fenómeno según el cual algo que aparenta ser verdad termina siendo más importante que la verdad mismo. Según explican los responsables del Diccionario Oxford, el uso de esta palabra ha aumentado este año de un 2.000% respecto del 2015.