Los negros fueron esclavizados en América durante más tiempo del que han sido libres. Esta afirmación se repite en el magnífico, doloroso y sereno ensayo de Ta-Nehisi Coates 'Entre el mundo y yo' (Seix Barral). Escrito a modo de carta a su hijo, el autor reflexiona sobre lo que supone vivir en un cuerpo negro en un país donde prevalece el sueño blanco. El miedo y la rabia. La impotencia. Incluso la muerte ante un policía nervioso… «Perteneces a una raza que siempre tiene el viento en contra y los sabuesos pisándote los talones. Y en diversos grados, esto se aplica a la vida entera».

De piel negra era el cadáver del niño de 6 años que fue encontrado en las playas de Cádiz. Su muerte apenas ha llamado nuestra atención. ¿Por qué? ¿Hay una saturación de imágenes tremebundas? ¿Nos sentimos incapaces de decir nada nuevo sobre tanto dolor? ¿O, a diferencia del pequeño Aylan, su color de piel nos alejó de él?

De piel oscura también es Tehja Genard, la joven india de 20 años adoptada por una pareja catalana que fue insultada en un tren de los FGC por unos niños que subieron en la estación de Sant Joan. Ni su corta edad, unos 11 años, ni su uniforme de colegio de élite les impidieron vomitar todo tipo de ofensas contra ella. La carta que Genard escribió a El Periódico causa rabia, también tristeza. Mientras los niños la injuriaban «todo el tren estaba en silencio y nadie decía nada». Y, sí, su relato también da miedo… Por todos. - EMMA RIVEROLA - ELPERIODICO.COM