Emocionante ceremonia de despedida al escritor Juan Goytisolo en el cementerio español de Larache, ciudad del antiguo protectorado y donde el novelista ha decidido ser enterrado. En su testamento expresó el deseo de que su tumba se cavara junto a la de su gran amigo y escritor francés, Jean Genet, mirando al mar Atlántico. Al parecer, Genet influyó mucho en su vida y en su obra. Goytisolo visitó el cementerio mucha veces y señaló donde quería ser recordado. Con él también se entierra una parte de Marrakech "que siempre le echará de menos", comentó un artista de la ciudad ocre y muy próximo al escritor.
Lola López Enamorado, actual directora del Instituto Cervantes de Tetuán le dirigió las primeras palabras a Juan Goytisolo rescatadas de su propia obra:
“...cómo expresar la dicha que me embargaba, apátrida, ajeno al redil de los puros, sentía la alegría un ochentón liberado de los grillos que le encadenaban a unos principios de noble fachada a los que se había opuesto sin éxito a lo largo de su vida. Libre de ser un individuo a secas, no el miembro de una tribu, de disentir de la unanimidad castiza y de poner letra a la música consensual del día, miraba y remiraba la opaca masa de nubes que cubrían el estrecho y velaba la vista desde la otra orilla. Me había ganado el pulso el derecho de ser yo mismo sin redil alguno, tanto y tanto esfuerzo de trabajo diario y tantas y tantas páginas escritas: tanto y tantos, tantas y tantas páginas tachadas rehechas para zafarme de lo que me constreñía..."
El adiós no sólo se lo dijeron sus familiares y amigos más cercanos sino musulmanes venidos de diferentes regiones del país magrebí y de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla. "Este es un día triste no sólo para nosotros sino para una gran parte de la humanidad por que Juan fue humanidad, ya que donde había injusticia, allí estaba Juan", comentó a el periódico, Aomar Mohamedi Dudú, líder musulmán de Melilla en los años 80 y protagonista de las movilizaciones de protesta por la Ley de Extranjería, que impidió muchos nacidos en la ciudad ser españoles y poseer el DNI. "Goytisolo nos ayudó bastante", matizó.
Goytisolo defendía causas igual que escribía. No le gustaban los discursos, sino las palabras y eso es lo que ha abundado en su despedida, numerosas palabras extasiadas y enderezadas con un afecto muy especial de todos los que le admiraban, amaban y disfrutaron de su oratoria y pluma. Casi formaba parte de la plaça de Jemaa el Fna i de la terraza de l'Hotel de France, la plaza que Goytisolo contribuyó para que fuera considerada inamterial patrimonio de la humanidad, Jemaa el Fna, la plaza de los antepasados. Descanse en paz.
AL LADO DE LOS VIVOS
Porque da miedo resbalar
porque aterra caer por la pendiente
como una sucia gota
los maestros dijeron:
Cerrad cerrad las puertas. Apartad
esa muerte.
Y al lado de los vivos
vuestra ciudad de muertos levantó su muralla.
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