".... Y esta sociedad opulenta, que reclama seguridad al cien por cien para todo, que solo está obsesionada en consumir, en viajar, en quererlo tener todo controlado, debe empezar a entender que la seguridad al cien por cien no existe, pero así como hasta ahora, nos habíamos acercado en varios aspectos, ahora se ha truncado por mucho tiempo. El terrorismo global es una amenaza real, diaria, que puede estallar en cualquier momento en cualquier lugar del planeta, allí donde menos se espere. Puede ser en un avión, en un tren, un autobús, una terminal, un Centro Comercial, una Fiesta mayor, un Hotel o en medio de una calle o una plaza, o en cualquier edificio público .
Con un enemigo como este, dispuesto incluso a morir, a inmolarse por su causa, no hay nada que hacer, es una batalla perdida antes de empezar, porque de hecho no comienza, sucede cuando este enemigo quiere que suceda cuando menos lo esperamos. Y tendremos que acostumbrarnos a convivir en este estado de peligro latente y constante, forma parte del nuevo terror globalizado, el que los Sr. Bush, Blair y Aznar hicieron mucho para propiciarlo con su disparatada invasión de Irak.
Como decía un estúpidamente satisfecho George W.Bush, tras la invasión de Irak, "el mundo es ahora un lugar mucho más seguro" I tan seguro, seguro que te puedes ir al otro barrio de lo que dicen un daño colateral que es como se consideran las víctimas de los atentados terroristas. O sea que ni siquiera nos darán la posibilidad del acto digno de morir por alguna causa; moriremos víctimas de la estupidez de unos mandatarios que no ha sabido ver más allá de su propio interés sin ser capaces de analizar las trágicas consecuencias de su ilegal acción de guerra, y del fanatismo de los demás que su única ideología es el terror, y con quien no hay diálogo posible, ni manera de razonar .... "
Este fragmento es de un escrito hace siete años, 'La no guerra del siglo XXI', y es esto, por más soldados y policías que pongan, cámaras de control facial y lo que quieran, no pueden garantizar ninguna seguridad a los ciudadanos, con un atentado manual con una furgoneta y tres cuchillos cuando y donde quieran, los guerrilleros (también llamados terroristas) hacen daño y esparcen el miedo entre la ciudadanía, y digo guerrilleros porque de hecho són eso, terroristas serían los que crean terror, estos tipo de atentados no crean terror, sino miedo, y consiguen su objetivo, de hecho, cualquiera de estos atentados que se producen en Europa muy de vez en cuando y con pocas víctimas, Europa o algunos de sus Estados los practican más asiduamente en Irak y otros países y con más saña.
No necesitan los de Estado Islámico planificar grandes atentados, cualquier lobo solitario airado contra la sociedad, a menudo con antecedentes, puede perpetrar un atentado y tener sus cinco minutos de gloria, más la eterna de los musulmanes, aunque la religiosidad también ha desaparecido del ideario, - en pleno ramadán un musulmán jamás cometería un atentado -.
En cierto modo estos atentados lo que hacen es llevarnos la guerra no guerra a nuestra casa para que tomemos conciencia y para dividirnos y avivar nuestras fobias, porque ¿a cuántos niños matan nuestros ejercidos cada día en los países Árabes? no ya conscientemente, sino por el fuego amigo o daños colaterales.
Es la No guerra del siglo XXI, la que nos contaba Orwell en 1984, pero no en forma de ficticias y remotas maniobras militares, sino en el recibidor de casa. Y es una ratonera sin salida. Una amenaza a la que además, ni siquiera la podemos temer, es un puro azar, como cualquier accidente imprevisto en el que uno se puede encontrar en su vida.
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