A pesar de los esfuerzos, la brecha salarial sigue siendo una realidad. Hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y día de la huelga feminista, algunos diarios han decidido apoyar de forma simbólica con una iniciativa nunca antes vista: poniendo dos precios, en función del género. La razón precisamente es destacar esta injusticia, la que hace que en Francia por ejemplo, cuna de Libération, periódico que ha llevado adelante la iniciativa, la brecha siga siendo de un 25%.
Así pues, Libération ha decidido aplicar durante el día de hoy la misma diferencia a su precio de venta, es decir, 0,50€ más a pagar por los hombres. 0.50€ no significa nada si profundizamos en todos estos sueldos que son un cuarto más bajos que los de sus colegas, a pesar de realizar la misma tarea. Otro punto más para generar debate, que al final es lo que se trata hoy. Que el tema esté sobre la mesa de todos, que cope las conversaciones en cafeterías, que entre a la fuerza en las cabezas de todos, sin excepción.
La estadística resuelve en parte estas diferencias. Las mujeres, tal como explica el diario en su web, trabajan más a menudo en jornadas a tiempo parcial por lo que tal vez podría responder a este salario más bajo pero... ¿por qué?
Nadie procura ir más allá, pero la realidad es, aunque sea de forma voluntaria, lo pone en evidencia la clara falta que hace la reestructuración desde abajo de la igualdad de géneros. Esta jornada parcial se explica porque después de ella, comienza otra jornada: la doméstica. La que no se ve, la cual no se aprecia. La del cuidado, este mundo en el que las protagonistas son, sin duda, las mujeres.

Y es que la desigualdad parte desde abajo, desde casa. Y por eso hoy Libération ha querido tomar cartas en el asunto y reflejar en sus precios haciéndoles diferentes. Tan diferentes como lo son los salarios entre hombres y mujeres. Pero bien mirado, lo que ha hecho Libération es pura y simplemente sexismo populista y oportunista, y si acaso ha perjudicado a los hombres - pocos, pero los hay - que no son machistas. No conozco a ninguno, pero haberlos haylos - dicen -. Quizás si empezamos por aquí, podremos empezar a solucionar la discriminación que sufren las mujeres, no rebajando el precio de los periódicos un día al año, sólo que fuéramos capaces de erradicar este paternalismo displicente, ya habríamos empezado a avanzar.