KANT Y LA REVOLUCIÓN


Kant y la paradoja de la revolución francesa, aplicable a otras revoluciones posteriores.

"La revolución de un pueblo lleno de espíritu, de la que hemos sido testigo, puede tener éxito o fracasar. Puede acumular tantas miserias y horrores, que un hombre sensato que pudiera promoverla por segunda vez, con la esperanza de un resultado feliz, jamás se resolvería, sin embargo, a repetir el experimento a semejante precio. Pero esta revolución encuentra en los espíritus de todos los espectadores (que no están comprometidos en el juego), una simpatía rayana en el entusiasmo, y cuya manifestación lleva aparejado un riesgo que no podia obedecer a otra causa que a una disposición del género humano hacia el mismo."

Traducido al lenguaje lacaniano, el acontecimiento real, la auténtica dimensión de lo real, no estaba en la in mediata realidad e los acontecimientos violentos de París, sino en  que les parecía esta realidad a los observadores y las esperanzas depositadas en ellos. La realidad de lo ocurrido en París pertenece a la dimensión temporal de la historia empírica, la imagen sublime que generó aquel entusiasmo pertenece a la eternidad. SOBRE LA VIOLENCIA (pdf) pag.69/70 

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