Violencia extrema en la madriguera 'indepe' de Sant Esteve de les Roures. En un país donde se declaran independencias cuánticas, la aparición de un pueblo ficticio en medios de comunicación, Presupuestos e informes de la Guardia Civil es lo más natural del mundo.

El 1 de mayo se celebran procesiones de trabajadores por toda España, pero en el pequeño municipio leridano de Sant Esteve de les Roures volvió a reinar el terror cuando la marcha de antorchas de las juventudes de la CUP culminó con la quema de ejemplares del 'Quijote', la Constitución y las fotos de los Reyes. La localidad ya había sido el escenario de los mayores actos de violencia del 1 de octubre. Según el informe que la Guardia Civil envió al Tribunal Supremo, en Sant Esteve de les Roures se habían producido 315 actos violentos entre el 1 de septiembre y el 8 de noviembre del año pasado.
Varios medios de comunicación publicaron esta información y una parte del atestado, donde la Guardia Civil explicaba que un motociclista intentó atropellar a un policía y que otro manifestante aprovechó la caída de un agente, que quedó indefenso, para propinarle “una brutal patada en la parte posterior de la cabeza”. El único problema es que Sant Esteve de les Roures, donde los CDR prácticamente se han convertido en un cuerpo paramilitar que siembra el terror a los pocos constitucionalistas empadronados, no existe.
Vamos, que existe tanto como Tabarnia o la república de Cataluña. Sant Esteve tiene página en la Vikipedia, cuentas de Twitter del ayuntamiento, la policía, la alcaldía, los bomberos, la Guardia Civil, el hospital y hasta una universidad, pero es imposible encontrar el pueblo en Google Maps. El informe que la Guardia Civil envió a la Fiscalía y que se filtró a la prensa contenía un error garrafal, y desde entonces Sant Esteve se ha convertido en la chufla nacional 'indepe'. De hecho, el pueblo ya forma parte de la Asociación de Municipios por la Independencia.

Pero la coña ha alcanzado su clímax en un lugar tan serio como los Presupuestos Generales del Estado. Tras la irresponsable (pero divertida) broma del grupo parlamentario de Esquerra Republicana, que incluyó una enmienda exigiendo la financiación de la estación ferroviaria de Sant Esteve con cinco millones de euros, Ciudadanos y PNV votaron a favor, de manera que la enmienda fue aceptada. Actualmente, hay cinco millones destinados a reformar una estación inexistente en un pueblo que tampoco existe. Nunca fue tan fácil hacerse con tanta pasta, al menos desde que la trama de los Pujol fue desarticulada.
En un país donde se declaran independencias cuánticas, donde las repúblicas pertenecen al reino de Schrödinger y donde se persigue el color amarillo en un estadio de fútbol, la aparición de un pueblo ficticio en medios de comunicación, Presupuestos Generales e informes de la Guardia Civil es lo más natural del mundo. Así que Sant Esteve de les Roures no es solamente una invención, sino una prueba más de que en España se nos ha ido totalmente la cabeza.
Enfrascados en la alimentación mutua del odio africano, concentrados en pintar a nuestros adversarios como monstruos sin corazón, ahora mismo nos importa un pimiento que nos hablen de un pueblo que no existe, siempre que en ese pueblo ocurra aquello que cimienta nuestros prejuicios. De hecho, mientras escribo, ya me pregunto cuántos internautas compartirán este artículo sin haber leído más allá del titular y el primer párrafo.
Y pienso también que Sant Esteve de les Roures nos está mostrando una verdad en el reverso de la mentira. Si estamos dispuestos a publicar y compartir noticias sobre un pueblo que no existe, ¿qué clase de opinión nos estaremos formando de la realidad? ¿Cuánto les costará a los propagandistas inventar nuevos problemas? Propongo que Sant Esteve se convierta inmediatamente en la sede mundial del Instituto de Estudios Avanzados sobre Posverdad y Propaganda. Propongo que su universidad empiece a expedir másteres. Veréis cómo no tardan en lucirlos algunos políticos en su 'curriculum vitae'. 
                         

JUAN SOTO IVARS - España is not Spain